Alrededor de 150 personas participaron este viernes en una actividad reivindicativa que ha consistido en formar todos juntos el lema “Salvemos Canal Roya” en el entorno natural, y desplegar la pancarta "Sos Pirineo", en un anticipo de una importante movilización que se está preparando para el mes de abril.
Es una de las iniciativas del grupo que integra a diversas organizaciones y personas a título particular, bajo el paraguas de la Plataforma en Defensa de las Montañas, que está trabajando por conseguir que no se lleve a cabo la unión de las estaciones de esquí Astún y Formigal a través del valle de Canal Roya, mediante la instalación de una telecabina.
“Es un movimiento que va creciendo; cada vez hay más gente y se plantean más acciones en las asambleas”, ha indicado Elisa León, miembro de la Universidad Ciudadana, una de las entidades integradas en este movimiento.
El objetivo planteado en las asambleas de Aragón es ir a Canal Roya, en una zona donde el acceso de muchas personas no genere problemas, antes de los ibones de Anayet, para lanzar ese lema desde el territorio. Se trata de una importante acción que se prepara para llevar a cabo en el mes de abril.
Pero antes se ha querido hacer desde Huesca, con participantes de Jaca y Sabiñánigo, un ensayo en un lugar más accesible, con el Salto de Roldán al fondo, “que no es Canal Roya pero tiene potencia como imagen paisajística”. Como señala Elisa León, “acudimos 150 personas, todos con camisetas rojas, el color de esta reivindicación, y salió muy bien. Fue maravilloso”, asegura.
El movimiento contrario a este proyecto de unir Astún y Formigal, que se llevaría a cabo con la aportación de fondos europeos, “va en aumento y con una energía que muestra a las claras que esto es un disparate”, señala León, quien se muestra optimista en que pueda frenarse cuando muchas voces de todos los ámbitos se han sumado a la campaña “Salvemos canal Roya” y la noticia ha saltado a medios de comunicación internacionales, como recientemente a The Washington Post.
“Primero, es una barbaridad porque se trata de una zona que debería ser paisaje protegido y, además, no hay ya ninguna duda sobre el cambio climático y, por tanto, es un disparate invertir en ampliar las estaciones de esquí. Además -ha añadido León-, es mucho dinero, hay muchas necesidades, y es un doble disparate invertir fondos destinados al desarrollo sostenible cuando es un proyecto totalmente insostenible, que daña el medioambiente. Así, es inevitable pensar que tiene que haber intereses ocultos y no muy limpios”, ha considerado.
Quienes promueven el proyecto “se apoyan en dos palabras que pervierten, sostenibilidad y reversibilidad, y las dos son mentira. Nuestros políticos podrían sentarse y pensar qué necesitamos realmente la gente para vivir mejor, que no pase todo por la nieve, que es un deporte tan caro que al final solo lo disfrutan quienes tienen un alto nivel económico”, ha agregado.