Una decena de alumnos, la directora/docente, el monitor de obra y una administrativa están inmersos ya en la última fase del proyecto de recuperación del acceso al frente norte del conjunto histórico de la Villa de Aínsa. Las tareas, que se prolongarán hasta febrero de 2024, suponen para el Instituto Aragonés de Empleo (INAEM) 255.259,90 euros de aportación, mientras que el ayuntamiento de Aínsa-Sobrarbe sumará a esa cantidad al menos un 8%, alrededor de 22.200 euros, aproximando la inversión final a los 280.000 euros.
Este es el tercer taller de empleo o programa experiencial que se desarrolla en Aínsa desde el año 2020. En esta ocasión las tareas consistirán en dar continuidad a los dos talleres previos, consolidando la recuperación hasta enlazar con el inicio del camino a la Cruz Cubierta, en el aparcamiento del Castillo. De esta manera, los trabajos de pavimentación, recuperación de muros, limpieza de matorral y, en definitiva, la alternativa de conexión entre la zona nueva del pueblo y el casco antiguo, serán una realidad el 13 de febrero de 2024.
La directora del programa y arquitecta técnica Beatriz Gómez repite por segundo año consecutivo “agradeciendo la confianza depositada en mí por parte del ayuntamiento y con la ilusión de tratar de concluir el recorrido peatonal que discurrirá desde la carretera A-138 hasta el aparcamiento del Castillo por el frente norte”.
El alcalde de Aínsa-Sobrarbe, Enrique Pueyo, incide en la gran oportunidad que supone recibir nuevamente el apoyo del Gobierno de Aragón para llevar a buen puerto estas obras. “El proyecto nos está permitiendo descubrir esa parte de la muralla norte, olvidada y escondida detrás de la Plaza Mayor y el Castillo. En ediciones pasadas mejoramos, entre otras cosas, el acceso al portal del Callizo y al de Terra Glera, y ahora el reto está en completar definitivamente una alternativa de acceso que permita disponer de un recorrido circular por la Villa Medieval”.
Se espera, por otra parte, que pueda finalizarse el camino de San Salvador, desembocando en las antiguas escuelas de Aínsa (actual Centro de Arte Contemporáneo), y dotar de iluminación todo el perímetro para su tránsito nocturno.
El programa experiencial, anteriormente conocido como taller de empleo, garantiza trabajo a los alumnos mientras aprenden un oficio, mejorando sus posibilidades de inserción laboral al finalizar el mismo. En el caso de este programa, compuesto por 1.800 horas, los participantes optan a los certificados de profesionalidad “Operaciones auxiliares de acabados rígidos y urbanización” y “Limpieza en espacios abiertos e instalaciones industriales”, e integrarán a su currículum una unidad de formación de conexión de componentes eléctricos y electrónicos.
Como en los años previos, se dará especial protagonismo a las técnicas de construcción tradicionales como la piedra seca, respetando las características originales del espacio y restaurando elementos siempre que sea posible. El balance final dejará una inversión superior al millón de euros y la revitalización de un espacio de gran valor que se sumará a los encantos con los que ya cuenta Aínsa.