Los alcaldes de las poblaciones afectadas por las obras en la carretera del Eje del Vero han expresado su "malestar y preocupación ante el corte total de la vía, por las importantes molestias a los vecinos", y solictan que se "redoblen los esfuerzos".
En una reunión celebrada el pasado 10 de enero, la previsión inicial era que el corte de la segunda fase durara solo una semana. Sin embargo, los alcaldes han recibido el anuncio oficial de que el corte total comenzará este 4 de febrero y se extenderá hasta el 21 de este mes. Además, en el anuncio ya se ha advertido que los trabajos no estarán terminados para esa fecha, y se instalarán semáforos para permitir el paso alternativo de vehículos.
Los alcaldes de Castillazuelo, Pozán de Vero, Santa María de Dulcis, Alquézar, Salas Bajas y Salas Altas califican la situación como un "auténtico desastre" en términos de previsión, planificación y desarrollo de la obra. "Desde el principio se había previsto un corte total de la carretera entre el 13 y el 31 de enero. Tras reunirnos con los responsables de la obra, conseguimos modificar el plan de actuación y dividir los cortes en dos fases para que los vecinos sufrieran las menores molestias posibles. Menos mal que conseguimos esa modificación, porque si no, la carretera habría estado cortada en su totalidad desde el 10 de enero", afirman los ediles.
El sentir generalizado entre los alcaldes es que, aunque entienden la necesidad de la obra, no pueden aceptar que la carretera permanezca cerrada "sin que se avance de forma significativa" en los trabajos. "Lo que no podemos entender es que la carretera esté cortada, pero los trabajos de la primera fase hayan estado parados durante muchos días, sin movimientos visibles y con los plazos cada vez más retrasados” señalan.
Además, la preocupación es máxima en relación con las emergencias. Los alcaldes temen que, en caso de accidente o emergencia, "los tiempos de respuesta de los servicios de urgencias se vean gravemente afectados por el desvío de los trayectos habituales".
Por todo ello, los alcaldes de la zona indican que están preocupados por el bienestar de los vecinos y solicitan a las autoridades responsables de la obra que "se redoblen los esfuerzos para agilizar los trabajos". Piden que se" explore la posibilidad de trabajar en horario nocturno o durante los fines de semana, con el fin de reducir al mínimo los plazos y las afecciones causadas por los cortes".
En conclusión, la situación sigue siendo incierta y los alcaldes insisten en la necesidad de una "ejecución más eficiente de los trabajos, para evitar que los vecinos sigan sufriendo los efectos de una obra que no ha cumplido con los plazos establecidos", consideran