La provincia de Huesca se encuentra en una posición estratégica clave dentro del corredor noreste de España, conectando los ejes de comunicación con Francia y los corredores Mediterráneo y Atlántico. Las recientes y futuras inversiones en infraestructuras de autovías y ferrocarriles suponen una oportunidad única para potenciar el desarrollo regional a través de una logística eficiente destinada al fortalecimiento del tejido productivo y a la implantación industrial.
El Altoaragón enfrenta un aislamiento histórico en términos de conectividad ferroviaria y logística, con un desarrollo desigual en comparación con Zaragoza y el Corredor del Ebro. A pesar de su potencial estratégico, el territorio ha sido relegado en favor de otras áreas, lo que ha limitado sus oportunidades de desarrollo económico y social.
Aragón, que representa el 3% de la población y el 10% del territorio nacional, enfrenta un gran desafío. Las regiones más pobladas de nuestro país buscan imponer restricciones financieras que, de aplicarse, limitarían la capacidad de Aragón para combatir la despoblación. Es esencial, por tanto, que las nuevas infraestructuras logísticas que atraviesen nuestra región contribuyan activamente y de forma compensatoria al desarrollo regional.
Actualmente, los dos estudios en curso sobre ordenación ferroviaria en Aragón del Ministerio de Transportes (MITMA) no contemplan, a falta de conocer sus conclusiones definitivas, las necesidades específicas de Huesca, al poner el acento, en parte lógicamente, en el Corredor Mediterráneo y en PLAZA como Nodo logístico principal. En este contexto, el Gobierno de Aragón acaba de lanzar la redacción del Plan Estratégico de la Logística de Aragón 2025-2040 que representa una oportunidad para corregir mediante una adecuada coordinación los actuales y futuros desequilibrios.
En una era de cambios vertiginosos, la anticipación en la logística de mercancías se convierte en una herramienta crucial para el desarrollo regional. La capacidad de prever y adaptarse a los cambios es una estrategia esencial para prosperar en el futuro. Este concepto, ilustrado por Jean Baudrillard con la idea de que hoy en día primero se dibuja el mapa y luego la realidad se le parece, es particularmente relevante para Huesca, porque en la actualidad se está prefigurando el mapa de funcionamiento futuro del ferrocarril en el entorno de Zaragoza y en el Altoaragón.
Aunque lentamente, la puesta en marcha de las nuevas autovías, la renovación de la línea ferroviaria del Canfranc y la implantación de la nueva autopista ferroviaria (AF) Zaragoza-Tarragona por Tardienta y Huesca representan una oportunidad dorada para superar el histórico aislamiento del Altoaragón.
La finalización de la autovía A-22 (Huesca-Lleida) y de la A-21 (Jaca-Pamplona) reducirá significativamente los tiempos de viaje y mejorará la conexión con importantes corredores económicos; así, el trayecto San Sebastián-Huesca-Barcelona acortará en 85 kilómetros el actual itinerario por el corredor del Ebro. Este nuevo corredor Ebro II (Pirineo), mediante una adecuada propuesta de intermodalidad, alineada con el ferrocarril en la plataforma PLHUS, debería catalizar el crecimiento del tejido productivo provincial y regional y fomentar la implantación de empresas, en particular las de carácter agroindustrial.
Los estudios preliminares del Ministerio de Transportes (MITMA) denominados Estudio funcional de la remodelación de la red arterial ferroviaria de Zaragoza y Estudio preliminar del itinerario de mercancías directo entre el itinerario internacional Pau-Canfranc y el Corredor Mediterráneo, revelan para Huesca algunos interrogantes sobre la eficiencia de los futuros sistemas de transporte de mercancías que se propugnan y sobre si existirá una cierta colisión funcional entre los trayectos de viajeros de proximidad (cercanías) y de mercancías. Por ello, es preciso sincronizar estos estudios con el nuevo Plan Estratégico de la Logística de Aragón 2025-2040 del Gobierno de Aragón para garantizar la coherencia y complementariedad entre las distintas plataformas logísticas y los diversos modos y sentidos de transporte, atendiendo a las necesidades actuales y futuras de la provincia de Huesca, teniendo presente que el territorio no es solo un lugar de paso del ferrocarril (ya lo fue para Huesca con el AVE hacia Cataluña), sino un elemento para un desarrollo socioeconómico de Aragón mucho más descentralizado que el actual.
En términos de política regional, es imprescindible un cambio de paradigma logístico en nuestra región y ello requiere ampliar la plataforma logística PLHUS, para complementar a Plaza en la gestión de parte de los flujos procedentes del sur de España y para facilitar el tráfico a través de Canfranc y desde PLHUS hacia el corredor mediterráneo, y, en el futuro, hacia la Travesía Central del Pirineo (TCP) ya incluida en la red transeuropea de transporte (TENT-T).
La creación de un Nodo logístico principal en PLHUS (Huesca) como complemento al crecimiento de Plaz y áreas circundantes del Corredor del Ebro sería un paso adelante para la configuración de un ecosistema de transporte basado en dos corredores del Ebro, y por ello, más diversificado y eficiente que el actual. Esta implantación se justifica porque entre las provincias de Huesca y Lérida se movilizan actualmente y como ejemplo más de 11 millones de toneladas de cereales y piensos, en un corredor agroalimentario interprovincial de regadío Huesca-Monzón-Tamarite-Binefar-Lérida que por su relevancia nacional y europea precisa avanzar en la logística agroindustrial. Y es por ello que desde Huesca Suena se apuesta por que los cereales provenientes de Francia por Canfranc se encaminen hacia Barcelona y vía Lérida desde PLHUS (Alternativa 1 propuesta por el MITMA) y no desde Plaza-Zaragoza.
De igual modo, resulta crucial acelerar la reiterada e institucionalmente aceptada implementación de un verdadero tren de proximidad (OSP) entre Huesca y Zaragoza con nuevas y confortables frecuencias en favor de un mejor acceso de la ciudadanía del Altoaragón a los servicios de Zaragoza ciudad y también del turismo nacional hacia el Pirineo. Paralelamente y previo estudio, es necesario mejorar, ampliar y/o adelantar todo o parte de la infraestructura ferroviaria existente en la estación de Huesca y dar acceso a los viajeros de Huesca a los beneficios del Consorcio de Transportes de Zaragoza, lo cual facilitará la conciliación de la vida laboral, estudiantil y familiar de las personas que diariamente viajan a Zaragoza.
A corto plazo, además del tren de proximidad (cercanías), se precisa la urgente ejecución del apartadero de mercancías proyectado en PLHUS, como paso previo a la consideración de esta plataforma como un Nodo intermodal principal accesible desde las autovías A-21, A-22 y A-23.
En resumen, asegurar la idoneidad de las infraestructuras ferroviarias en curso, por su naturaleza estructural, resulta obligado, por ser una oportunidad que jamás se volverá a presentar. Una ocasión única para lograr de forma más sostenible un futuro de integración regional basado en la mejora de la competitividad del Altoaragón. La clave del éxito radica en garantizar una planificación coordinada entre el MITMA y el Gobierno de Aragón y en una ejecución programada efectiva, lo cual no será posible sin un estrecho seguimiento y la colaboración constante entre todas las instituciones de la provincia de Huesca y de todas las partes interesadas.