Asier Abadiano abría de par en par la puerta grande de la plaza de toros de Huesca en lo que era la apertura de la temporada taurina en la ciudad de Huesca. Lo hizo después de cuajar a su novillo de los Hermanos Marcén en la clase práctica dirigida por Ricardo Aguín "El Molinero" y que contó con un buen ambiente en los tendidos de sombra. En líneas generales, los animales de Villanueva de Gállego tuvieron clase y raza.
El novillero de la Escuela Taurina Oscense cuajaba a su novillo desde el inicio, cuando arrancaba de rodillas la faena de muleta. Pese a un revolcón, Abadiano, con mucho temple, sabía lidiar a un novillo con clase que, poco a poco, se fue apagando. Dos orejas.
No tuvo tanta suerte Ángel Alarcón, otro de los novilleros de la casa, quien tuvo que medirse a un novillo complicado con el que apenas tuvo opciones. Aunque pudo robarle algún buen muletazo, el uso de la espada le robaba cualquier premio posible.
El tercero en discordia, Amaro Lidoy, lograba un trofeo de su animal después de entregarse en cuerpo y alma en su faena. Lo fue a recibir a chiqueros dibujando verónicas de mucho gusto y torería con el capote. Al final, Amaro Lidoy se ganaba la oreja y una merecida vuelta al ruedo.
El cartel lo completaron Daniel Moset (ET Guadalajara), Hugo Masía (ET Valencia) y Esteban Granero (ET Alicante). Moset y Granero pasearon una oreja cada uno.