La Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) denuncia que, mientras la criminalidad en Aragón se ha incrementado un 30 por ciento, la plantilla de la Guardia Civil responsable del 99,32 por ciento de la demarcación no se ha reforzado para trabajar por la seguridad de la Comunidad.
La AEGC expone que "lleva años" reclamando de forma oficial, en reuniones con responsables de Comandancias, y a través de los medios de comunicación "que se dote de más personal y medios a todas las unidades de la Guardia Civil de Aragón", pero estas peticiones "han sido ignoradas", por lo que no pueden dar a los ciudadanos aragoneses "el servicio que requieren y que pagan con sus impuestos".
El colectivo recuerda que la Benemérita es la que lleva en Aragón el mayor peso de la seguridad. "Tenemos bajo nuestra responsabilidad el 99’32 % de los 47.720 kilómetros cuadrados que tiene Aragón y todo para una plantilla de poco más de 3.700 efectivos, tráfico incluido, personal a todas luces, insuficiente para dar respuesta a los datos de criminalidad de las tres provincias".
Agrega que estas cifras, como reconoce el propio Ministerio del Interior, han sufrido un importante incremento en 2022. "En concreto, entre enero y septiembre la criminalidad ha subido un 30’6%, una cifra a nuestro juicio alarmante y que se incrementará cuando se contabilicen los últimos tres meses del año. Entre los delitos que más han crecido en nuestra comunidad se encuentran los delitos graves y menos graves y los robos con violencia e intimidación, ambos han crecido más del 113%, mientras que los robos con fuerza en domicilios, establecimientos y otras instalaciones un 55’7 % y las agresiones sexuales con penetración el 57 %".
"Ante estos datos en AEGC nos preguntamos ¿cómo se va a afrontar eso que ahora llaman el reto demográfico, si desde el Ejecutivo no se garantiza la seguridad de los ciudadanos que siguen apostando por la España rural? Una España por la que también apuestan los miembros de la Benemérita que eligen destinos, para muchos poco atractivos, puede comprobarse en la plantilla de mujeres con malas comunicaciones o escasos medios para sus familias", denuncian en un comunicado.
La Asociación comenta que las cifras que ofrece el Ministerio le parecen "muy preocupantes", porque ese 30’6 % más de criminalidad se traduce "en más tiempo de demora de respuesta para la inseguridad en el campo, de pequeños o grandes hurtos o de dar respuesta a la violencia de género, a las agresiones sexuales o los delitos tecnológicos".
La AEGC sostiene que siempre ha defendido que el ciudadano percibe la seguridad en relación al tiempo que tarda en dar respuesta a su problema, y en Aragón, con el material del que dispone y la falta de efectivos, la Guardia Civil no es rápida, "al contrario, somos cada vez más lentos".
"Como ejemplo solo tenemos que mirar la 2ª Compañía de Huesca con un alto volumen de trabajo y con puestos como el de Camporrells sin guardias civiles y por tanto sin dar servicio".
Por todo ello, la AEGC vuelve a reclamar al Ejecutivo central "que se dejen de inventos y parches que solo sirven para el ahora pero no solucionan el problema de seguridad de la España Rural, como crear equipos sin vacantes que se rellenan detrayendo personal de Seguridad Ciudadana, lo que origina un problema mayor en los puestos al verse más mermados de personal".
Según su criterio, el problema de la Guardia Civil "que nadie quiere ver" es que "es necesario un nuevo despliegue más acorde con la realidad". Además, la asociación cree que la Guardia Civil sigue lastrando las políticas de oferta de plazas de la crisis del 2008. "La reposición del personal perdido es lenta y son necesarias promociones más grandes para que se completen y se amplíen al menos en un 30% las plantillas de Zaragoza, Teruel y Huesca y se pueda dar un servicio eficiente y eficaz al ciudadano. Pero también son necesarios más y mejores medios materiales adaptado al terreno en el que tenemos que movernos y, por supuesto, hacer atractivos los destinos de nuestra comunidad que ve como sus puestos son de paso para poder llegar a otros con mejor calidad de vida para sus familias. Se trata, en definitiva, de tener voluntad de mejorar y de tener ganas de trabajar, como tenemos los guardias civiles aragoneses que, a pesar de las pésimas condiciones laborales, cada día salimos a la calle a dar al ciudadano el mejor servicio".