La unidad 02861 Sevilla-Madrid-Huesca galopa a estas alturas (21:45 horas) entre Calatayud y Zaragoza cuando ya debiera llevar 23 minutos en Huesca, después de un acercamiento a la ciudad bilbilitana a ritmo fatigoso, tanto como los materiales del viejo AVE asignado a las conexiones de la capital oscense con la del país y la de Andalucía. En total, no serán menos de 80 minutos los que acumulará en una más de las innumerables incidencias.
Sin información en Inforenfe, los pasajeros han sido informados por SMS entre Guadalajara y Madrid que acumulaban 40 minutos de retardo. Posteriormente, por megafonía se ha anunciado que iban a "velocidad reducida", una obviedad para los pasajeros. A continuación, que el ritmo era de 40 por hora.
Cuando "ya tendríamos que estar en Zaragoza", el tren se movía unos metros y se paraba, sucesivamente. Hasta cuatro veces han advertido de la llegada a Calatayud, pero Calatayud se hacía esperar. Mientras, los viajeros constataban que han visto pasar "a toda pastilla" a los que se dirigían a Barcelona. Expresiones como "querría ver ahora aquí al ministro" se suceden entre otras manifestaciones de enfado y algún que otro sarcasmo. Finalmente, ¡eureka!, a las 21:14 han visto la estación bilbilitana. Ocho minutos antes que la teórica llegada a Huesca.
Tras la parada de rigor, el 02861 ha comenzado a rodar con aparente ritmo normal hacia Zaragoza de donde arranca hacia Huesca a las 21:56.
P.D.: Una amiga de la viajera informante, con la que ha mantenido reunión en Madrid, ha partido hacia su destino de Asturias y en León estaba parada y sin previsión de hora de salida. Como dice el ministro, la edad de oro del ferrocarril en España. Estos los certificados de autenticidad de tal aseveración.