El AVE Huesca-Madrid-Sevilla, unidad número 3872, acumula cincuenta minutos de retraso en Zaragoza si no hay incidencias en el trayecto. Así lo delata la pantalla de información en la Estación de Delicias a las 8:48 horas, cuando quedan siete minutos para la salida prevista hacia la capital de España desde la aragonesa y, sin embargo, a la derecha en el apartado de Observaciones aparece la siguiente leyenda: "Prev. 09:45". Desde las 8:55, contemplada, los aludidos 50 minutos.
No es la unidad habitual, que ayter quedó varada en Huesca. Renfe explica que se diseñó una operativa para acoplar el tren que llegó de Madrid (el 3872) con el que estaba estacionado en Huesca (02861), pero "por una cuestión logística el acoplamiento no ha podido producirse y el AVE ha salido con 45 minutos de demora. Renfe ha informado a los viajeros a través de sus canales habituales y pide disculpas por las molestias ocasionadas. Renfe sigue trabajando para dejar de nuevo operativo el tren de la incidencia".
La unidad no salió ayer, como informó EL DIARIO DE HUESCA, y sus pasajeros fueron transportados en un Regional y en autobús hasta Zaragoza. Hoy, ha partido pero la demora ya es muy importante. Nuestro interlocutor nos comunica que "tenía una reunión en Madrid a las 11:00" y los planes se le han desbarajustado, porque es imposible recuperar todo el retraso y, por tanto, en una previsión optimista estaría en la capital a las 11:20 horas.
El tren a Madrid, nos explica, lleva más de un año con retrasos de entre 20 y 45 minutos. Parece una afirmación creíble. Es raro el viajero que se escandaliza cuando llega a Huesca o a Madrid con 25 o 30 minutos (este firmante puede dar fe en su último viaje), y es que se ha banalizado ya el incumplimiento, quizás -o no- por la mayor laxitud en los compromisos de Renfe de abono por atrasos en el servicio.
"Los AVE han perdido la fiabilidad, que era uno de sus fuertes", quizás por la diferencia con el transporte aéreo de que, en este último caso, en un avión "no te la puedes jugar".
A estas horas, las 9:30, los viajeros esperan en Delicias la entrada del viejo AVE procedente de Huesca, expectantes sobre "la puntualidad del retraso", que no deja de ser un oxímoron fatal. Aquí les iremos contando la evolución.