El Ayuntamiento de Huesca, a la espera de una decisión judicial de desalojo de los okupas de la calle San Orencio para intervenir

La Alcaldía decretó en junio la realización de trabajos de urgencia y los servicios sociales ya intervinieron en este caso

14 de Septiembre de 2023
Guardar
Edificio del Wilson. Foto Javier García Antón
Edificio del Wilson. Foto Javier García Antón

El Ayuntamiento de Huesca está pendiente de una orden judicial de desalojo de los okupas de la calle San Orencio, que permita ejecutar subsidiariamente obras de consolidación de algunos elementos de los edificios números 14 y 16, este segundo conocido como edificio del Wilson.

Como publicó este periódico, la Policía Nacional tuvo que acudir ayer hasta en dos ocasiones a esta céntrica arteria de la capital altoaragonesa, en primer lugar, al advertir que alguien intentaba entrar en el número 12, colindante a los dos okupados anteriormente, los 14 y 16. La segunda vez, minutos después de que se marchase el primer coche policial, fue por las amenazas que estaba sufriendo en plena calle uno de los propietarios que habían llamado a los agentes.

En una nota de prensa, el gobierno local ha expresado su preocupación por la situación en este inmueble okupado y los problemas que genera. Ya los servicios sociales intervinieron en este caso, emitiendo un informe que pasó a la Fiscalía de Menores.

Además, el pasado mes de junio, la Alcaldía emitió un decreto de realización subsidiaria de obras de mantenimiento en el inmueble. La situación de okupación impide al Consistorio intervenir hasta que no haya una resolución judicial sobre este tema.

RIESGO EN EL EDIFICIO

Técnicos del área de Urbanismo realizaron una visita de inspección el pasado 19 de abril a los inmuebles. Como resultado del informe emitido, el Ayuntamiento ordenó a la propiedad la realización de trabajos de consolidación de varios elementos en riesgo.

Se dio a la propiedad un plazo de 15 días. Visto que no se había cumplido el requerimiento, ya el nuevo gobierno municipal ordenó la realización inmediata a cargo del erario municipal de estos trabajos. Posteriormente, como se hace en este tipo de procedimientos, se cargará el importe a la propiedad.

Los técnicos determinaron la existencia de humedades y filtraciones, grietas en falsos techos, desprendimientos en enlucidos y presencia de escombros en la estructura bajo cubierta. Además, en el número 16 advirtieron de problemas de estabilidad en la escalera.

El Ayuntamiento requirió a la propiedad las siguientes medidas:

  • Desalojo de las viviendas ocupadas.
  • Prohibición de uso del callejón contiguo.
  • Realización de catas para conocer el estado de la estructura del número 16. En el caso del número 14, se comprobó que los cimientos no suponen riesgos.
  • Realización de catas en el forjado del techo del antiguo Bar Wilson.
  • Apeo de la escalera para asegurar la estabilidad de la misma.
  • Apoyo de un dintel de balcón con vistas al callejón de la Botería.
  • Reducción de cargas sobre los forjados y todos aquellos elementos interiores y exteriores que presentan riesgo de desprendimiento.
  • Retirada general de escombros.
  • Colocación de mallas o redes para evitar la entrada de aves.

También se requirió a la propiedad a que someta los edificios a la correspondiente ITE (Inspección Técnica de Edificaciones, que debe pasar todo edificio de más de 50 años de antigüedad).

Hay que hacer constar que la inspección en la planta primera del número 16 no pudo completarse precisamente por encontrarse okupada ilegalmente.

Todos estos trabajos serán ejecutados por el Consistorio de manera subsidiaria en el momento en el que la autoridad judicial dé orden de desalojo y se pueda acceder a la finca.

La Policía Nacional se personó este miércoles en la calle, alertada por los vecinos. Foto Myriam Martínez
La Policía Nacional se personó este miércoles en la calle, alertada por los vecinos. Foto Myriam Martínez

PREOCUPACIÓN Y HASTÍO

Mientras tanto, la presencia de unos okupas en dos edificios de la calle San Orencio sigue generando gran tensión en esta zona céntrica de la ciudad de Huesca.

Varios miembros de una familia se han adueñado de las viviendas vacías de estos edificios, junto a otras personas que van y vienen, según denuncian los vecinos. La indignación subió ayer varios enteros, cuando un operario se presentó para instalarles fibra óptica y, por si fuera poco, pasó el cable por la fachada correspondiente a otras propiedades.

El hartazgo es muy grande. "Llevamos así muchos meses y nadie hace nada, con la música a toda pastilla, malos olores. Tiran pozales con mierda humana en la rejilla de los desagües de la calle, ayer había un olor horrible y la suciedad está incluso atrayendo a los bichos", han explicado a este periódico. Algún vecino se plantea también denunciar al Ayuntamiento por permitirlo. 

La Policía Nacional les ha recomendado a los propietarios que denuncien. Fuentes de la Comisaria Provincial indicaron que los agentes actuaron de acuerdo con la legalidad vigente.

 

Archivado en

Suscríbete a Diario de Huesca
Suscríbete a Diario de Huesca
Apoya el periodismo independiente de tu provincia, suscríbete al Club del amigo militante