Un local destinado a bar en el centro de Huesca sigue esperando después de meses de trámites para poder abrir al público debido a que la necesaria inspección municipal previa no acaba de realizarse. Entre tanto, el empresario no tiene posibilidad de arrancar con este nuevo establecimiento para el que tiene previsto contratar cuatro o cinco trabajadores y la propiedad del local no puede cobrar el alquiler.
Los trámites se iniciaron con el Ayuntamiento en mayo y desde entonces empezó a pasar el tiempo sin noticias sobre una inspección de este establecimiento, ubicado en la plaza Alfonso el Batallador esquina con la calle Espinosa de los Monteros. Propiedad y empresario preveían que, si no antes, por lo menos el bar podría estar a pleno funcionamiento en San Lorenzo; a mitad de octubre todavía no hay inspección de la situación del local ni respuesta a las decenas de peticiones trasladadas al Ayuntamiento.
La queja de Berta López, una de las propietarias del local, deja claro un problema para emprender. “Necesitamos que vengan a inspeccionar, luego ya nos dirán si la obra está bien o no, pero es que no vienen”, lamenta. “El inquilino ha llevado al Ayuntamiento todos los informes y quiere abrir, tiene la inversión hecha e incluso ha llegado a tener el género comprado”, agrega.
La primera licencia que tuvo este local ya destinado a hostelería era de bar-cafetería. Tras el primer inquilino llegaron otros que hicieron unas modificaciones para integrar también cocina, por lo que la licencia ya no se ajustaba. Una vez el local ya vacío de nuevo, la propiedad pidió en mayo en el Ayuntamiento un cambio de titularidad. Al no ser posible utilizar la cocina, se vuelve a la licencia inicial -siguiendo el planteamiento del Ayuntamiento- y se abordan las obras para devolver el establecimiento a su estado original.
“Yo había ido en mayo, y fue el 1 de agosto cuando recibimos una carta del Ayuntamiento diciendo cómo debía estar el local si queríamos tener la licencia inicial. ¡Pero si ya lo habíamos ajustado! Lo único que quedaba era quitar la chimenea, que ya estaba inutilizada, pero esto también lo abordamos antes de San Lorenzo”, explica Berta López.
En este tiempo, ha acudido decenas de veces al Ayuntamiento, donde solo ha conseguido, indica, que apunten su teléfono y le digan que ya le llamarán.
Mientras tanto, lamenta, hay un empresario de hostelería que no puede arrancar con este nuevo establecimiento para el que baraja una previsión de contratar a cuatro o cinco empleados, que ya hace meses que podrían estar trabajando, y la propiedad del local no tiene posibilidad de cobrar un alquiler por un local que no ha podido generar todavía actividad.