La respuesta del Gobierno de Aragón a la pregunta por escrito de CHA sobre el acondicionamiento de los accesos al Valle de Chistau, entre Salinas y Plan, ha sido considerada negativa para la formación: “La carretera A-2609, entre Salinas y Plan, tiene el mismo tratamiento que el resto de la red, que no se mejora con el Plan Extraordinario de Carreteras; por una parte se realizarán las labores de mantenimiento que sean necesarias para garantizar la seguridad de los usuarios de las vías, y por otra, se estudiará la posible inversión en el siguiente Plan General de Carreteras, con los parámetros y premisas que se fijen, tráfico, estado, accidentabilidad, estrategia, etcétera”.
José Ramón Ceresuela, secretario de Organización de CHA, sostiene que “está claro que al presidente Azcón, del Pirineo solo le interesan las pistas de esquí alpino, mientras abandona a su suerte a las zonas más despobladas como el Sobrarbe, pese a que el desarrollo del proyecto de mejora y ensanche de la carretera A-2609, es una necesidad urgente para facilitar la vida a las vecinas y vecinos del valle, ya que es su única vía de acceso a todo tipo de servicios, empezando por los sanitarios, por lo que una carretera digna es clave para propiciar el desarrollo socioeconómico de sus pueblos, una prioridad que no debería depender de colores políticos”.
Ceresuela recuerda que “el anterior Gobierno de Aragón consignó una partida de 200.000 euros en los presupuestos de 2023, en el Anexo de Inversiones de la Dirección General de Carreteras, pero el Partido Popular ya no contempló partidas en 2024 y ahora mete el proyecto en el cajón pese a la reclamación unánime del territorio”.
“La actual carretera se construyó hace un siglo y en ella tan apenas se ha intervenido, salvo para realizar reparaciones. Por ello circular por este tramo carretero supone un problema para un autobús escolar, de excursionistas o para los camiones de ganado o reparto, y por ello es tan importante desarrollar el proyecto que aprobó el anterior Gobierno de Aragón que planteaba ensanchar la actual carretera hasta los 8 metros, con dos carriles de 3,25 metros, 2 arcenes, y con 1,5 metros para la inserción, en un futuro, de un carril bici, y que preveía ampliar el puente sobre el río Cinqueta, y los cuatro túneles de la Inclusa, permitiendo el cruce de vehículos pesados, cuyo tránsito actual se regula mediante semáforo, al contar con una calzada de tan solo 4,5 metros y 3,7 de galibo”, afirma Ceresuela.