Científicos del Instituto Pirenaico de Ecología (IPE/CSIC) han podido confirmar el "rápido y acelerado retroceso" de los depósitos de hielo en las cuevas heladas del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, algunos de los cuales tienen miles de años de antigüedad. Además, han explorado a 3000 metros de altitud, donde se han localizado nuevos depósitos de hielo de más de 30 metros de espesor.
A finales de julio el Instituto Pirenaico de Ecología inició una nueva campaña de investigación en las cuevas heladas del Parque Nacional, unos trabajos que forman parte del proyecto Orquestra, que lidera Ana Moreno y Miguel Bartolomé.
Desde el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido se ha informado de que el equipo formado por Reyes Giménez, Mario Bielsa, David Serrano y Juan Fernández realizó labores de seguimiento del hielo en varias cuevas situadas a más de 2700 metros de altitud, en colaboración con miembros del grupo francés Société de Spéléologie et de Préhistoire des Pyrénées Occidentales (SSPPO).
“La gran experiencia espeleológica del equipo francés ha sido clave a la hora de instalar sensores en puntos de difícil acceso y explorar nuevos depósitos de hielos situados a 3000 metros de altitud. También ha resultado fundamental a la hora de acceder a los sensores anclados en años anteriores y que, debido a la pérdida del espesor de los depósitos de hielo, han quedan colgados a varios metros respecto al nivel actual”, explica.
Los trabajos se han centrado en la descarga y mantenimiento de los sensores, el seguimiento de las temperaturas registradas en el interior de las cuevas, la medición de la variación del volumen de hielo y el muestreo de goteos para su análisis isotópico, “lo que permite comprender cómo la señal climática queda registrada en estos depósitos helados”, señalan desde le parque.
Durante este año 2024, el equipo investigador celebra el décimo aniversario de los estudios en algunas de las cuevas heladas del Parque Nacional. Así, desde 2014 ha podido medir y observar el notable declive del hielo en algunas de las cuevas estudiadas. Los datos apuntan que las tasas de fusión del hielo en algunas cuevas han pasado de 25 centímetros por año entre 2017 y 2022 a más de un metro por año entre 2022 y 2024.
Asimismo, en esta última campaña han localizado nuevos depósitos de hielo con más de 30 metros de espesor en una cueva localizada a más de 3000 metros de altitud.
“Gracias al trabajo de campo, realizado en unas condiciones extremadamente duras y adversas, y posterior análisis de los datos, se ha podido confirmar el rápido y acelerado retroceso de los depósitos de hielo en las cuevas, algunos de los cuales tienen miles de años de antigüedad”, apuntan desde el Parque Nacional de Ordesa.
Para finalizar, destacan que estos importantes trabajos de investigación “ayudan a entender con mayor precisión la evolución, velocidad e intensidad del cambio climático en la cordillera pirenaica y compararlo con los cambios que están ocurriendo en el resto del planeta”.