Cientos de personas han participado este miércoles en una concentración en Huesca convocada por la Coordinadora Antifascista bajo el lema: "Ante su odio y su violencia. Solidaridad antifascista". El acto, que se ha hecho coincidir con el 20-N, fecha de la muerte del dictador Francisco Franco, ha puesto especialmente el foco en el rechazo a las agresiones de carácter neonazi que se produjeron el pasado 1 de noviembre.
Un grupo ultraderechista, compuesto por unas diez personas, atacaron brutalmente a un joven en una zona de ocio del Tubo, después de haber insultado y golpeado también a un amigo de la víctima. Dos de los implicados fueron detenidos bajo acusaciones de delito de odio y lesiones graves, pero, tras pasar a disposición judicial, fueron puestos en libertad con medidas de alejamiento.
Antes de que diera comienzo la marcha, se ha leído un manifiesto que ha recordado a quienes han luchado históricamente contra el fascismo, desde los combatientes de la Guerra Civil española hasta movimientos de resistencia contemporáneos como el del pueblo palestino. Durante la lectura, se ha señalado que estas agresiones no son incidentes aislados, sino el reflejo de un sistema que ampara la violencia ultraderechista, y se ha criticado también a los medios de comunicación que dan voz a estas formaciones extremistas.
También se ha destacado la importancia de la organización popular y la construcción de redes de apoyo como única respuesta frente a la descomposición social y los discursos de odio promovidos por el fascismo. Según se ha subrayado, la lucha contra la intolerancia debe ser colectiva, unificando esfuerzos desde perspectivas antifascistas, anticoloniales y antipatriarcales.
La convocatoria de este 20 de noviembre ha contado con el apoyo de diversos colectivos, sindicatos y partidos políticos aragoneses, como CNT Uesca, CGT Aragón, PCE Aragón, Anticapitalistas y Acción Libertaria.
La manifestación, que ha comenzado en la plaza de Navarra y ha recorrido las calles céntricas de la ciudad, ha transcurrido en un ambiente de firme rechazo al fascismo. Con consignas de solidaridad y unidad, los participantes han dejado claro que no tolerarán la impunidad ni el silencio ante la violencia ultraderechista.
El acto ha concluido con un llamamiento a fortalecer el tejido social y a continuar organizándose para frenar la intolerancia y la violencia.