Los trabajadores de la sección sindical de CNT en el matadero Litera Meat de Binéfar han convocado una "huelga histórica" los días 10, 11, 12 y 13 de diciembre.
CNT y su sección en Litera Meat han tomado esta decisión "valiente", que es el resultado de "años de injusticias, explotación despiadada y la negativa de la empresa a negociar con el sindicato, hecho que ya pronto se dirimirá, junto con otros, ante la Jurisdicción Social en un procedimiento de tutela del Derecho Fundamental a la Libertad Sindical", afirma el sindicato.
Como asegura, desde que este matadero abrió sus puertas, "existe violación de derechos en prácticamente todas las áreas de la actividad laboral, muchos de ellos ya denunciados y sancionados por la Inspección de Trabajo". Cita incumplimientos de la normativa sobre horas extras, vacaciones, festivos, descansos diarios y semanales; constantes despidos por estar en situación de baja médica; por solicitar permisos para el cuidado de familiares o por prácticamente cualquier circunstancia de salud que impida acudir al trabajo; faltas muy graves en materia de Prevención de Riesgos Laborales.
En esta materia también se refiere a que se ha interpuesto una demanda de conciliación plural sin que, en ningún momento, la empresa haya querido sentarse a dialogar con esta sección sindical. "Este matadero nos roba la salud, la dignidad y nuestras vidas. Beneficios millonarios a cambio de la salud de los trabajadores", señala CNT.
Explica que en Litera Meat las cintas de despiece, "que funcionan a un ritmo inhumano, sacrifican 900 cerdos por hora. Este frenesí industrial ha provocado accidentes laborales, lesiones graves y enfermedades que la empresa ignora sistemáticamente". Asimismo, denuncia "un ambiente de miedo y represión. En Litera Meat se consigue mantener en unas incuestionables condiciones de explotación laboral -asegura- a más de 1.600 personas a base de un régimen hostil basado en sanciones y despidos completamente arbitrarios, administrado por la empresa y encargados afines que acorralan a quien pretende ejercer cualquier derecho que suponga la más mínima merma en la producción de ese día".
"No somos esclavos de Pini, somos personas con derechos y trabajadores con dignidad y por eso mismo hemos decidido ir a la huelga", apunta. Señala que "esta huelga no es un capricho, es una medida desesperada para exigir lo que debería ser básico".