El colectivo de cocineros y ayudantes de cocina de los colegios públicos traslada a Huesca su movilización e invita a la ciudadanía a acompañarle el 2 de noviembre en una chocolatada en la plaza de Navarra que se organiza por “la dignidad del servicio de comedor escolar, en defensa de la cocina de gestión directa e in situ”.
Tras años de reivindicaciones, este personal de la DGA comenzó a movilizarse a final de septiembre con una cacerolada realizada en Zaragoza, a la que siguió otra el 11 de octubre. Ahora Huesca será escenario de la reivindicación de este colectivo, con una chocolatada el día 2 de noviembre, a las 18 horas, en la plaza de Navarra, acto en el que también se recogerán firmas de apoyo.
Desde el colectivo insisten en la necesidad de que “este servicio de comedores escolares sea una prioridad, defendiendo las cocinas de gestión pública y con elaboración diaria in situ, “porque -asegura- nos estamos jugando el futuro de nuestros niños y niñas, que tienen el derecho a poder optar a una comida saludable, equilibrada y elaborada con productos de calidad”.
NEGOCIACIÓN
El personal de cocinas de DGA mantuvo este viernes una reunión en la capital oscense, en la que participaron más de 30 centros de Aragón, para concretar “las condiciones mínimas necesarias que sindicatos y DGA deberían pactar” para mejorar sus “precarias condiciones laborales”. Agrega que ha solicitado que le permitan “estar en la mesa de negociación”.
Una de sus principales reivindicaciones es que se fijen ratios; es el único personal de atención directa de educación que no las tiene. “Es algo imprescindible”, apunta el colectivo, que en su reunión confeccionó y consensuó una propuesta “muy razonable”, donde se han tenido en cuenta “el número real de comensales, ya que no solo utilizan el servicio los niños y niñas, sino también el profesorado, equipos directivos y monitoras, que muchas veces incrementan en más de un 10 % el número de menús a elaborar”, advierte.
Como han recordado, “tenemos casos de servicios de comedor con personal completamente explotado, ya que con una jornada parcial de 5 horas diarias está elaborando más de 140 comidas. En muchas poblaciones del Pirineo, las compañeras con jornadas parciales, que de ningún modo llegan para poder desarrollar su trabajo, son contratadas por las empresas privadas de cáterin, cobrando mucho menos por el mismo trabajo -las empresas hacen un gran negocio de la comida- y sometidas a mayor pago de impuestos, ya que al tener dos pagadores están obligadas a una declaración de renta a la que por retribución estarían exentas, y que supone una mengua salarial de más de 1.200 euros anuales.
También reclaman como “obligatorias y necesarias” las sustituciones, a través de un sistema abierto permanente de las bolsas, “idénticos a otros colectivos como administrativos o profesorado”. “Si una persona de nuestra escasa plantilla no puede realizar su trabajo por cualquier causa -señalan-, su puesto deberá ser cubierto de forma inmediata, ya que es inviable poder asumir un servicio de tal envergadura, con calidad y saludable de otra manera”. Denuncian que “hay que resolver rápidamente este problema porque se están dando muchos casos de poner en peligro el servicio de comedor al quedarse solo una persona para hacer de comer a 100, 150 , 200, y 250 comensales”.
La tercera reivindicación del colectivo es la contratación, ya que son el único de Educación que es fijo discontinuo. Según detallan, “estamos obligados a estar en desempleo durante dos meses al año, a pesar de hacer horas extras a lo largo del curso y quedarnos sin poder disfrutar algunos días de asuntos propios o vacaciones, amén de que, para poder desarrollar el mejor servicio posible, hacemos a diario multitud de funciones de superior e inferior categoría, sin ser reconocidas con ninguna retribución o compensación. Se ha vuelto a comentar la situación dada de varios compañeros que teniendo una oposición aprobada han estado 3 meses sin cobrar este año.
Por último, a la hora de organizar estás reivindicaciones, observan la posibilidad de crear unas nuevas figuras profesionales para personal de cocinas de comedores escolares que se ajuste a la realidad de su trabajo diario, “así como poner en valor la responsabilidad que estos puestos de trabajo tienen”.