La Comunidad Educativa del Valle de Benasque ha expresado su preocupación y malestar por la reciente propuesta de reestructuración educativa en la zona, una medida que afecta directamente a familias, alumnado y profesorado, según han manifestado en una nota de prensa.
Por ello, han convocado una concentración en Benasque el lunes 27 de enero a las 17:00 para expresar su rechazo a esta medida.
El jueves 16 de enero, Luis Mariano Mallada, director general de Planificación, Centros y Formación Profesional, contactó con el alcalde de Castejón de Sos, José Manuel Abab Saura, y posteriormente con la dirección del IES Castejón de Sos para informar sobre la creación de una sección del IES en el municipio de Benasque, que incluiría una vía escolar de 1º a 4º de ESO. Según las mismas fuentes, la dirección del instituto señaló que esta notificación era incompleta, ya que las medidas planteadas afectan al conjunto de las alcaldías del valle y a toda la comunidad educativa.
El 20 de enero se convocó a las familias a una reunión informativa para este lunes, 27 de enero, para comunicarles estos cambios previstos para el curso 2025/2026. Sin embargo, “parece que dicha convocatoria es para informar de una decisión tomada, no para abrir un proceso de diálogo y negociación con las familias”, lo que, según la comunidad educativa, contravendría la Ley Orgánica 3/2020, de 29 de diciembre, de Educación. Esta normativa establece que las familias tienen derecho “a ser oídas en aquellas decisiones que afecten en la orientación académica y profesional de sus hijos e hijas”.
La comunidad educativa recuerda los logros alcanzados desde la creación de la sección de secundaria en 1996, ampliada a un centro de ESO en 2011 y a Bachillerato en 2016. Según esta nota, “con mucho esfuerzo se ha creado lo que hoy día es un centro moderno con medios de última generación”, que ha fomentado un fuerte espíritu de convivencia, solidaridad y un “sentimiento de ser un valle unido”.
La propuesta de dividir el alumnado en localidades ha generado inquietud, especialmente entre los estudiantes y las familias, que valoran como muy positiva la socialización que se produce en el instituto actual. Según las mismas fuentes, esta medida traería una serie de grandes desventajas y recortes, como la disminución de la ratio necesaria para solicitar y recibir servicios a la diversidad, desdobles y apoyos educativos.
También, denuncian, implicaría una reducción de la optatividad, de materias e itinerarios educativos debido a la escasez de alumnado, y la pérdida de un espacio clave de sociabilidad para los adolescentes. Además, las plazas de profesorado se reducirían, y este tendría que impartir materias ajenas a su especialidad, afectando negativamente a la calidad educativa.
La desaparición del comedor escolar, considerado un servicio básico en un contexto de dificultad geográfica, también preocupa a las familias por su impacto en la conciliación familiar.
La comunidad educativa insiste en que las administraciones tienen la obligación de planificar la escolarización en zonas rurales, tal como establece el Art. 82 de la Ley Orgánica 3/2020. Según estas fuentes, la separación del IES supondría una reducción de la calidad de los servicios educativos y demostraría la falta de atención hacia las demandas de equidad del medio rural.
En palabras de la comunidad educativa, “lo que más nos duele es la puesta en riesgo de nuestro sentimiento de comunidad, que gracias al IES nuestros hijos e hijas han conseguido desarrollar, y que nos han transmitido a los adultos. Somos un valle, tenemos un orgullo de valle”.