La Audiencia de Huesca ha condenado a un año y medio de cárcel a una mujer que se apropió de más de 30.000 euros de una anciana a la que hacía compañía, al tiempo que realizaba tareas del hogar.
La sentencia de conformidad dictada por el tribunal obliga a la acusada, María Isabel P. C., a indemnizar a la afectada con 31.396 euros más los intereses previstos por los perjuicios causados, y establece una multa de seis meses a razón de 3 euros al día (540 euros) en caso de impago.
Pilar, de 75 años, contrato a María Isabel a través de un portal de servicios para que le hiciera compañía y las tareas del hogar que ella ya no podía realizar. Aunque nunca se formalizó un contrato, la acusada, que se hacía llamar Carla, percibía por sus servicios 700 euros al mes.
A lo largo del tiempo, la María Isabel se ganó la confianza de Pilar, presentándola incluso a terceros como su hija y dirigiéndose la acusada a ésa como madre.
Tal era la confianza depositada en la acusada por Pilar, que le entregaba, además del sueldo pactado, cantidades de dinero poco habituales en una relación de esta naturaleza, que podían llegar hasta 4.000 y 6.000 euros de manera recurrente, así como regalos igualmente impropios en este contexto, como, entre otros, un vehículo marca Mercedes. Asimismo, cuando la acusada, afincada en Murcia, viajaba hasta su localidad, Pilar le daba 600 euros para pagar los gastos que el viaje pudiera generarle.
En estas circunstancias, a principios del mes de abril de 2016, Pilar, con la absoluta confianza depositada en la acusada y creyendo una historia que le había contado en la que, para cobrar una supuesta fortuna debía contratar asesores, procedió a la venta de unas acciones preferentes por valor de 100.000 euros, cantidad que ingresó en la cuenta bancaria de la que inicialmente era titular Pilar. Sin embargo, a lo largo de la relación, nombró a la acusada cotitular de su cuenta bancaria con libre disposición, con el fin de que pudiera administrar su dinero en caso de que ella cayera enferma.
Desde ese momento, la acusada se fue apropiando de cantidades de dinero que transfería a su cuenta bancaria. A pesar de asegurarle a Pilar que le devolvería el dinero, el 31 de mayo de 2016 la acusada desapareció y no se supo nada mas de ella. El 26 de agosto Pilar interpuso la denuncia.
Como recoge la sentencia, el 13 de abril de 2016, la acusada transfirió a su cuenta la cuantía de 99.396 euros. El 6 de mayo de ese mismo año, también sin conocimiento de Pilar, retiró de la cuenta de la afectada en entidades distintas la cuantía de 13.000 euros y de 5.000 euros respectivamente, sin que constara que el destino de estas cantidades era para el cuidado o atención de su propietaria.
Ese mismo día realizó una transferencia desde su cuenta a la cuenta de Pilar por importe de 86.000 euros.
La Audiencia de Huesca ha acordado la suspensión de la pena impuesta con un período de 5 años, condicionada a que no delinca durante este periodo, con la advertencia de que, en caso de hacerlo, se revisarála suspensión.