Un desprendimiento de rocas ha mantenido cortada la N-230 junto a Sopeira desde las 5.50 horas de esta madrugada hasta las 13.40, cuando se ha podido abrir al tráfico un carril y dar paso alternativo.
En la zona se sigue trabajando para retirar las piedras que han caído sobre la calzada y poder abrir al completo la circulación entre Puente de Montañana y Pont de Suert, en Lérida.
Las fuertes precipitaciones registradas durante la jornada de ayer han provocado este desprendimiento de rocas de grandes dimensiones en la N-230, en el kilómetro 114, en Santorens, en el municipio de Sopeira. Los vehículos estaban siendo desviados por la C-1311 desde Puente Montañana y la N-260 desde Pont de Suert.
En la zona se trabaja desde el mediodía para picar las grandes rocas que cubrían al completo la calzada para despejarla al tráfico a lo largo de esta mañana. A las 13.40 se ha podido abrir uno de los carriles para dar paso alternativo a los vehículos, y se continúa con las labores de limpieza.
Este desprendimiento se une a los problemas que la nieve ha causado en varias carreteras de la provincia y que obliga al uso de cadenas en la N-260 en Castejón de Sos y condiciona la circulación en la A-139, entre Benasquen y Cerler, yu en la A-138 entre Parzán y Chisagüés.