Han pasado ya 86 años “del día más trágico en la historia de la ciudad de Huesca”, la jornada "más aciaga" como lo califica el Colectivo Ciudadano, que ha vuelto a recordar este martes que 95 personas, entre hombres y mujeres, fueron fusiladas en la tapia del cementerio civil.
En este lugar se inauguró en 2016 un memorial en el que se recogen los nombres de todas las víctimas de la represión, tanto las de aquella jornada como del resto de las asesinadas a partir del 1 de agosto y hasta enero de 1945.
En el cementerio ha tenido lugar un acto de recuerdo, el periodista Víctor Pardo ha pronunciado unas palabras, se ha leído un poema de Jesús Sanagustín, ha intervenido Víctor Juan, director del Museo Pedagógico, se han depositado flores en memoria de las víctimas de la guerra española y se ha guardado un minuto de silencio.
También se ha recordado al escritor libertario Martín Arnal, fallecido en octubre de 2021, aunque ha estado representado por su hija Juana. Víctor Pardo se ha referido a él, para observar que siempre se lamentaba de que en el Memorial no se leían bien los nombres de los fusilados.
El periodista indicó después, que los tribunales dieron la razón al Colectivo Ciudadano en su pleito con el Ayuntamiento de Huesca para que retirase la placa franquista de la casa consistorial, y agregó que, de acuerdo con la Ley de Memoria Democrática de Aragón y con la Ley de Memoria Histórica continuarán trabajando para que se erradiquen algunos nombres del callejero de la ciudad.
Actualmente, el Colectivo está pendiente de que el Tribunal Superior de Justicia de Aragón dicte sentencia y ratifique la del Tribunal de lo Contencioso de Huesca, que instó al Ayuntamiento a que se aplique la norma, pero la administración local lo recurrió.
Como continuación, comentó Pardo, se va a plantear también la supresión de otros nombres como los de los alcaldes Pedro Sopena, Vicente Campo Palacio, Franco José Gil Cávez y Emilio Miravé. Además, se pedirá el cambio de las calles Ricardo del Arco y del jurista José Castán Tobeñas
Aprovechó también el periodista para volver a reivindicar una ruta de la memoria, tanto en el interior del cementerio como por las calles de la ciudad, en la que se incluirían destacados puntos vinculados a la República y el Franquismo.
También recordó que hay decenas de víctimas de fusilamientos extrajudiciales como consecuencia de consejos de guerra, cuyos restos podrían encontrarse en unos pozos ciegos que hay en el cementerio, por lo que subrayó que sería preciso realizar un trabajo de investigación antropológica y forense.
En el acto se leyó un poema de Jesús Sanagustín dedicado a “Manuel, el panadero”, de Alcalá de Gurrea, probablemente la primera víctima mortal de la sublevación. En el registro civil no figuran más datos sobre su filiación.