El 20 de julio de 2022, sonaba una campana. Su tañido retumbó por todos los confines del reino y fue extendiendo su eco más allá. Allí donde habita un corazón oscense o aragonés, allá donde la vocación universal del periodismo libre e independiente encuentra la atención de las personas amantes de la democracia y, con ella, el ineludible ejercicio de transparencia que derriba las barreras del poder y de los poderes.
Ese día, brotaba con fuerza un proyecto en permanente construcción, con cara y ojos, los de Adrián Mora, María José Sampietro, Mercedes Manterola, Sergio Bernués, Myriam Martínez y Javier García Antón. Al toque de la campana, se movía el espíritu de EL ECO DE LOS LIBRES, el nombre de la sociedad editora de EL DIARIO DE HUESCA, el renacimiento del más longevo y virtuoso de los periódicos que nunca hayan recorrido esta tierra.
El equipo de EL DIARIO DE HUESCA cursó una invitación a todos. Si el de 1875 fue un soplo de aire fresco en la provincia, la brisa de 2022 tomó las rutas multidimensionales de la sociedad de la información en la que nos desenvolvemos. Pronto, nos encontramos con centenares de amigos-militantes que quisieron acompañarnos en el cauce fértil de la comunicación.
Han sido el alimento de nuestro espíritu, elevado también, por qué no reconocerlo, por galardones como el de Periodistas de Navarra o el de la Academia Aragonesa de Gastronomía. Hemos protagonizado algunos de los grandes hitos ciudadanos como el Pregón de la Semana Santa oscense e importantes hitos ciudadanos.
Y, sin embargo, nuestro gran premio ha sido llegar a cientos y cientos de personas que han contado con nosotros para que relatáramos, por escrito y por vídeos muy celebrados, todo lo que acontece en nuestra tierra, muchas historias bonitas, dramáticas o desgarradoras que quedan fuera del foco de otras formas de concebir el periodismo. Sordos, como hemos sido, a cualquier tipo de presión. Escuchantes activos y transmisores de buenas causas.
Es probable que esa apertura permanente de nuestra humilde oficina en el Coso Bajo, 19, de Huesca, donde siempre tenemos un ratito para oír a quien tiene una inquietud o una propuesta, haya elevado nuestra posición como núcleo del periodismo reflexivo y crítico, ajeno a amarillismos y adocenamientos.
La tecnología al servicio del periodismo, nuestras métricas han crecido sin parar. Si a final de 2022 contabilizábamos 102.000 lectores, ha estas alturas ya frisamos los 345.000, y hemos alcanzado los 2,2 millones de páginas vistas. Son estadísticas, pero detrás de cada usuario, de cada información, hay mucha verdad.
Por cierto, la verdad es nuestra materia prima, la que motiva que un buen porcentaje de nuestros seguidores residan en Cataluña, en Madrid, en Zaragoza, en Valencia, en Sevilla o en Bilbao, que recibamos continuo retorno desde México, desde Estados Unidos, desde Argentina, Reino Unido o Francia. Esto es, que seamos un vehículo de vertebración dentro de la provincia de Huesca y hacia el exterior.
Estamos inmersos, en estos momentos, en la elaboración de la revista de San Lorenzo. Nos asiste la legitimidad de ser herederos (gracias, familia Martínez) de EL DIARIO DE HUESCA que en 1908 editó el primer Extra Laurentino, un fascinante documento recomendable para cualquier historiador y también para cualquier ciudadano curioso. Nuestra condición tecnológica se compadece perfectamente con nuestra alma de papel.
Por eso hemos lanzado publicaciones de Navidad y de la Semana Santa, recogiendo cuanto acaece y merece ser contado de la provincia. Y, por colaboración con colectivos amigos, hemos escrito las revistas de la Asociación de Empresarios del Somontano de Barbastro, de Ferma y de la Quebrantahuesos 2022.
Otra de nuestras líneas, la organizativa de eventos, ha visto la luz con las recientes Veladas a la Luz de una Campana que ha reconocido a un imprescindible de Huesca, Miguel Escuer. De él, que ha estado siempre y en todo con nosotros, hemos aprendido el valor del compromiso y la colaboración de una tierra con pocos habitantes pero con una proyección enorme porque la palabra Huesca evoca una marca imparable. Por delante, planificamos congresos ambiciosos que la sordera institucional ha imposibilitado hasta este momento. Eventos pensados en servir, no en lucrarse con vista corta.
Reza la canción que no estamos solos porque sabemos lo que queremos. Deseamos formar parte proactivamente del motor de esta tierra, de Aragón, de España y del mundo con la herramienta que mejor sabemos manejar, dicho sea con toda la humildad: el periodismo. Con certeza, seguiremos reflejando todas esas noticias incómodas para el estatus oficial que quedarían en el olvido si alguien no las colocara en el escaparate transparente del deber ético hacia los lectores.
Recogiendo esas inquietudes de los oscenses de las diez comarcas que padecen abusos y desatención. Revelando esas hermosas historias que trascienden las fronteras por ejercicios voluntarios o profesionales admirables. Leyendo hasta la última línea de las sentencias para relatarlas con toda la meticulosidad. Analizando las estadísticas. Reflexionando. Siendo críticos para ora recriminar, ora aplaudir. Por respeto a nuestra audiencia, nuestra razón de ser.
Hemos trabajado mucho, pero no desfallecemos. Hoy es el día 1 año + 1 de EL DIARIO DE HUESCA. Y a ti, querida lectora, a ti, querido lector, te agradecemos tu presencia y tu aliento. Y a ti comprometemos este periodismo rápido, libre e independiente. El periodismo que hace mejores a las sociedades.