El sector turístico del Reino de los Mallos y Jacetania ha alertado sobre el impacto que los cortes y restricciones en la A-132 pueden tener en la temporada alta, con "graves consecuecias a la economía local y el empleo". Las empresas piden diálogo y soluciones consensuadas para compatibilizar las obras con la actividad turística.
Las obras que se están llevando a cabo en la carretera autonómica A-132, principal vía de conexión entre el Reino de los Mallos y Jaca, están generando gran incertidumbre y preocupación entre los empresarios turísticos, hosteleros y comerciantes de la zona, a las puertas del inicio de la temporada.
En Murillo de Gállego, un pequeño municipio de apenas 200 habitantes, se concentran cerca de 30 empresas dedicadas al turismo activo, especialmente al rafting en el río Gállego, así como a otras actividades como hidrospeed, piragüismo, barranquismo, paintball, arborismo, láser combat y vías ferratas. Estas empresas atraen cada año a miles de visitantes, con viajes escolares procedentes de toda España, que por capacidad hotelera, se alojan principalmente en las comarcas de la Jacetania y el Alto Gállego, un pilar fundamental para la estabilidad económica y el mantenimiento del empleo local.
Sin embargo, los cortes y restricciones de tráfico que actualmente afectan a la A-132 "amenazan con provocar la cancelación de viajes ya contratados. Las rutas alternativas no son viables para autobuses, lo que podría limitar la actividad empresarial al fin de semana y comprometer seriamente la continuidad del sector", advierten los empresarios.
Agregan que las consecuencias podrían ir mucho más allá del corto plazo. "La interrupción de estos viajes escolares supondría la pérdida de clientes fidelizados y el riesgo de que las agencias de viajes desvíen sus programas hacia otras comunidades como Cataluña o Asturias", afirman.
Ante esta situación, el sector turístico, a través de sus representantes, apuesta por la apertura de una vía de diálogo que le permita trasladar de forma directa las afecciones que está sufriendo. "El objetivo es que la planificación de las obras se adapte a la realidad del territorio y se consensuen soluciones que garanticen el normal desarrollo de la actividad económica". señalan.
"La viabilidad de decenas de empresas y el empleo de cientos de familias dependen de la capacidad de diálogo, planificación y sensibilidad con las necesidades de la comarca. El sector confía en que las administraciones sabrán escuchar y encontrar soluciones que permitan avanzar en las infraestructuras sin comprometer el futuro económico de la región", concluyen.