Que muchas calles de la ciudad de Huesca se encuentran en un estado de conversación deficiente es una evidencia que vienen padeciendo desde hace años todos los ciudadanos y de forma especial aquellos que tienen cualquier tipo de limitación para la movilidad personal. Una ciudadana nos invita a un paseo por el casco histórico, en concreto por la calle Aínsa.
"Es lamentable la cantidad de baches, agujeros y grietas que presenta". Alude a una inaccesibilidad impropia de una ciudad que presume de buscar la desaparición de las barreras arquitectónicas. "Las personas en silla de ruedas no pueden pasar y los coches de bebé se quedan atascados". Un vistazo a las imágenes que remite a EL DIARIO DE HUESCA constituye un testimonio inapelable.
"Les pediria que informaran para ver si de una vez renuevan el suelo de una de las pocas calles que quedan en Huesca con este empedrado y en estado lamentable. Es una vergüenza que una calle que está al lado de la catedral este en tan mal estado", concluye la lectora. Difícil para personas con movilidad limitada, riesgosa para cualquier ciudadano que estime la salud de sus tobillos.