Sucedió este martes, pasadas las 22:30, cuando decenas de personas de Huesca rendían honores a un fallecido en la calle Joaquín Costa. El velatorio se transformó en susto cuando una farola se desgajó inopinadamente de su base y se desplomó violentamente contra la calzada. Y del sobresalto al alivio porque, gracias a Dios, no hubo que lamentar daños personales.
Estaban congregados muchos ciudadanos en ese momento por el fallecimiento del suegro de Manolín Giménez, el presidente de la Cofradía del Santo Cristo de los Gitanos, aprovechando la bonanza meteorológica de la noche. Repentinamente, algunos de ellos comprobaron cómo se abatía la luminaria y acababa sobre la calzada sin alcanzar a ningún coche. La farola se había desgajado de la base y la apariencia del apoyo metálico era de podredumbre. En cuanto al soporte, estaba resquebrajado y levantado un palmo de la acera.
Fueron muchos los vecinos que se asomaron a sus balcones y ventanas para comprobar el origen del estruendo que se había escuchado, y muy rápidamente la Policía Local y los bomberos se personaron para cortar el tráfico por prevención y para retirar de la vía pública la farola. Los servicios municipales estudian la causa para determinar si existe alguna posibilidad de que se repita el suceso con otras farolas, algo que en principio parece improbable... pero no imposible.