La convivencia entre el oso y el ganadero en los Valles Occidentales de Huesca se traduce en agrios lamentos por parte de quienes trasladan sus animales a los puertos en verano y una administración autonómica que afirma que hace todo lo que está en su mano y que no abandona a los afectados. Hay medidas preventivas y compensatorias, y una de las que se va a aplicar en los próximos días es la instalación de dobles vallados para proteger las ovejas.
El ganadero Domingo Laplaza va relatando la pérdida de ovejas que sufre debido al oso estos meses de verano en los montes de la Petriza y Alano, en los Valles Occidentales de Huesca. “Subimos 2.400 ovejas el 5 de julio y ya el primer día mató una y desperdigó a las demás; unos días más tarde mató a otra y después hemos encontrado varias ovejas muertas. Hace poco hallamos cuatro más y esta noche (del jueves al viernes) ha matado una en la Pedriza y las ha hecho bajar; estaban todas desperdigadas y luego hemos encontrado tres y una cabra muertas”.
Según indica, los guardas de esta zona entre Hecho y Ansó comentan que en la zona puede haber dos osos, “no estamos seguros, pero tiene que ser porque hay distancia entre unos ataques y otros”, comenta.
Laplaza continúa contabilizando otros daños. Como detalla, “hemos encontrado unas siete con patas partidas. Pega el oso, salen en estampida y pasa lo que pasa. También cabras con patas rotas por tres o cuatro sitios”.
Los ganaderos no están tranquilos. “Subimos cada dos días o nos quedamos a dormir. Tenemos los mastines para evitar ataques, pero cuando se divide el rebaño y se dispersan…”, traslada.
Los rebaños son de Domingo Laplaza, su hermano José Ángel, de José Domingo Climente y de Bruno Borruel. “La última vez que las contamos faltaban 54. Algunos casos se han podido deber a muerte natural, pero ¿cuántas? ¿la mitad? A otros ganaderos no les pasa. Cuando las volvamos a contar ya faltarán 70. El oso está ahí todos los días y te mata ovejas y las tienes que encontrar, porque las desaparecidas no cuentan” para poder recibir una compensación.
Como señala Laplaza, “están intentando salvar al oso. Luego mata a cuatro ovejas, que es insignificante para el presupuesto que dedican y encima dependes de que lo certifiquen o no y las paguen o no, porque siempre hay problemas”, asegura.
“Meten cinco o seis osos y las ovejas tienden a desaparecer en este valle”, recrimina.
Actualmente, según datos del Gobierno de Aragón, en el Pirineo oscense se contabilizan tres osos -una hembra adulta y dos machos subadultos, hijos de la primera- en los Valles Occidentales y otro itinerante. Asimismo, la administración apunta que en la zona de Ansó se han comprobado 10 ataques en los que han muerto 12 ovejas.
MEDIDAS PREVENTIVAS Y COMPENSATORIAS
El director general de Medio Natural del Gobierno de Aragón, Alfonso Calvo, quiere dejar claro que el Gobierno de Aragón no abandona a los ganaderos que deben convivir con el oso. “Hacemos todo lo que podemos, con medidas preventivas y compensatorias”, apunta en referencia al trabajo de su departamento.
Cita las reuniones que ha mantenido desde que accedió a esta Dirección General en 2023, cuando ya abordó la problemática con ganaderos de Ribagorza y Jacetania. Tras producirse unos ataques en los Valles Occidentales, desde el departamento también se analizó con los afectados la situación y sus demandas. Calvo, asimismo, participó en un encuentro en Puente la Reina para exponer las medidas y más tarde se reunió con representantes municipales y ganaderos en Hecho, Ansó y Aragüés del Puerto.
Como explica Alfonso Calvo, la premisa con la que se trabaja es que con el plantígrado hay que convivir porque “está cobijado por el paraguas autonómico, estatal y de la Unión Europea” y “lo que tenemos que hacer es ponérselo lo más difícil posible”, apunta. De ahí las medidas preventivas que se adoptan a las que se unen las compensatorias.
Como actuaciones para de prevención, Calvo recuerda que los componentes del grupo de vigilancia del oso avisan a ganaderos y agricultores cuando detectan la presencia del oso. Ellos también se encargan de prestar ayuda en la tramitación burocrática para que reciban la ayuda compensatoria si hay algún ataque.
Asimismo, destaca se van a instalar vallados dobles, uno rígido y otro más flexible, electrificados en los pastos de los puertos, para impedir el acceso del oso. “Vamos a empezar por uno que ya hemos adquirido y que instalaremos en una o dos semanas”, apunta. A ello se suma que en la revisión del Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del Parque de los Valles Occidentales se va a introducir que se pueda estabular más el ganado y que el oso no pueda entrar.
Otras medidas son la mejora de los accesos a los pastos de los puertos para poder llegar con vehículos y “facilitar su trabajo”, además de recuperar y mejorar los refugios para que los pastores puedan descansar o pasar la noche. “Dentro de nuestras posibilidades, lo que se pueda”, afirma Calvo. Se propicia también la contratación de pastores como apoyo en la gestión del ganado, a través de la escuela de San Juan de Plan, “de donde salen muy bien preparados”, indica.
El director general de Medio Natural cita, por otra parte, que las actuaciones preventivas incluyen el aumento de superficie de pastos, con desbroces y quemas controladas, “lo que permite mayor superficie para alimentar al ganado y que el oso no se pueda emboscar en esa vegetación”, agrega.
“También a través de la PAC hay ayudas para medidas preventivas como contribuir a la adquisición y adiestramiento de mastines para plantar cara a los osos”, suma. Se instalan también carteles destinados a avisar a los turistas de la presencia de mastines y ganado suelto para que no accedan, primando a los ganaderos.
Acerca de las medidas compensatorias con el pago al ganadero por la pérdida de ovejas, Calvo afirma que su departamento trabaja por “acelerar la tramitación burocrática para que reciban cualquier tipo de ayuda tras un ataque”. No esconde que es necesario demostrar ante los servicios jurídicos que “verdaderamente ha fallecido por el ataque de un oso” para que se apruebe la compensación, que llega a través del Departamento de Agricultura. “Hay que justificarlo muy bien, pero ahí estamos para hacer las visitas que haga falta y demostrarlo si se ha producido el ataque”.
El director general de Medio Natural también defiende que los osos que se introdujeron no son más agresivos que los que había en el Pirineo. "Son la misma especie, Ursus Arctos, con el mismo ADN, lo que no quita para que alguno de los individuos pueda tener un comportamiento más agresivo", y también indica que este año se han producido más o menos los mismos ataques que el pasado.
“La filosofía del departamento y del Gobierno de Aragón es trabajar para que los ganaderos puedan salir adelante. La conservación de la especie es necesaria, pero sin que ello suponga ninguna merma en el desarrollo socioeconómico del lugar”, asegura Calvo.
“Estamos haciendo todo lo que podemos al amparo de la Unión Europea, el Ministerio para la Transición Ecológica, el Gobierno de Aragón y los ayuntamientos. Es un trabajo conjunto para que estas especies autóctonas de oso incidan lo menos posible”, finaliza.