El gerente de los Sectores Sanitarios de Huesca y Barbastro, Miguel Zazo, ha asegurado que la asistencia oncológica en el Hospital de Barbastro está garantizada y que ningún paciente ha dejado de recibir sus tratamientos, ni se ha producido recitaciones ni derivaciones a otros centros.
Ante el revuelo que ha causado el anuncio de la doctora Verónica Calderero de renunciar como jefa de Sección y responsable de la Unidad Oncológica del sector de Barbastro y Huesca y regresar y ocupar solo su plaza del Hospital San Jorge, Zazo ha querido lanzar "un mensaje de tranquilidad", en el que ha señalado que a partir de este 24 de octubre se completará la plantilla.
Como ha informado EL DIARIO DE HUESCA, los pacientes de la doctora Calderero encontraron este lunes en la puerta de su consulta un cartel en el que les comunicaba su dimisión por trabajar en condiciones muy precarias, con un recorte de la plantilla del 50 por ciento. La especialista denunciaba retrasos y reprogramaciones, algo que Zazo niega.
El presidente del Colegio de Médicos, José María Borrel, salió en defensa de la doctora y declaró que esa sobrecarga de trabajo que criticaba "puede afectar a los pacientes".
Según ha explicado Miguel Zazo, la doctora Calderero asumió hace menos de un año la Jefatura de Sección de la Unidad de Oncología de Huesca "y ella misma pidió llevar también la de Barbastro, pues tenía interés por haber trabajado ahí anteriormente, cosa que aplaudimos".
Antes de dar estas explicaciones, sus primeras palabras han sido para destacar que Verónica Calderero "es una gran profesional", que sus pacientes "la quieren mucho" y que "se echó a la espalda la Unidad de Oncología de los dos Sectores". Según ha declarado, "ha trabajado innumerables tardes, ha trabajado muchísimo y ha sacado adelante el trabajo".
Ha añadido que, en buena medida gracias a su esfuerzo, "no ha habido descitaciones de pacientes ni derivaciones, como se está diciendo por ahí de forma torticera, porque ya se sabe que, a río revuelto...", ha indicado.
Durante el verano, según ha explicado, se produjeron algunas bajas laborales y el seis de octubre, la doctora le comunicó que quería dejar la Jefatura, porque la situación no se podía sostener. "Insistimos en que la semana que viene se va a completar el proceso de oferta de empleo público con la posesión de la plaza de oposición a partir del día 24 y que creíamos que era el final del túnel -ha seguido relatando-. Ella insistió y hay que respetar su decisión, como no puede ser de otra manera. Pero no estamos para nada de acuerdo con ese gesto de colgar el cartel".
El gerente ha subrayado que, cuando se produjo la última baja en Oncología, el hospital realizó las gestiones necesarias para que la oncóloga que acudía dos días a Barbastro y tres al Servet pasara a estar el cien por cien del tiempo en la ciudad del Vero. "No es la situación ideal, pero hemos mantenido la agenda que se necesitaba con los pacientes y la semana que viene se va a completar la plantilla".
Zazo ha recalcado los méritos de la doctora Calderero y de sus compañeros, médicos y enfermeras -"que no se nos olviden"-, pero desaprueba su último gesto, por considerar que ha propiciado que se crease desasosiego en los pacientes. "Todos son muy sensibles, pero los oncológicos más. Bastante inseguridad tienen con el proceso que les toca vivir como para meterles más incertidumbres", ha valorado.