El Gobierno de Aragón, a través del consejero de Sanidad, José Luis Bancalero, ha informado sobre la negativa de la Tesorería General de la Seguridad Social a aceptar la solicitud de reorganización y uso del edificio del Santo Grial en Huesca como centro de salud. Esta decisión, según ha explicado el consejero en Huesca, se sustenta en el interés de la Tesorería por maximizar el rendimiento económico del inmueble, ya sea mediante su venta o arrendamiento, en lugar de destinarlo a la mejora de los servicios asistenciales de la ciudad.
La Tesorería General de la Seguridad Social ha considerado que la propuesta del Gobierno de Aragón no es la más beneficiosa para la optimización de su patrimonio. Esta postura responde a que el edificio cuenta con otros interesados que han planteado su posible ocupación mediante arrendamiento o compra, lo que refuerza su preferencia por una solución orientada a generar ingresos directos.
El consejero ha lamentado esta decisión y ha señalado que el Gobierno de Aragón había solicitado utilizar las dos primeras plantas del edificio, reorganizando y ampliando la superficie útil de 1.600 m² a 2.100 m². La Tesorería ha rechazado esta petición, argumentando que no permite modificar la actual compartimentación en cuatro plantas, lo que limita considerablemente la funcionalidad del espacio para fines sanitarios.
No obstante, el subdelegado del Gobierno en Huesca, Carlos Campo, ha realizado posteriormente unas declaraciones en las que destacaba la disposición de la Tesorería para negociar y apuntaba que es el Gobierno aragonés el que no tiene demasiado interés, ya que, hasta la fecha, sólo ha enviado una carta para tratar este asunto y no ha pedido ninguna reunión.
LOS COSTES DE LA REFORMA
Rehabilitar el edificio del Santo Grial tendría un coste estimado de 5,5 millones de euros, según los informes técnicos del Servicio Aragonés de Salud. Este presupuesto incluye la necesidad de acometer importantes obras estructurales, como la sustitución completa de las tuberías, la modernización del sistema de ventilación, la instalación de un nuevo ascensor que cumpla con la normativa vigente, y la adecuación de los accesos para garantizar la accesibilidad universal, incluyendo rampas y espacios adaptados. Además, se han identificado problemas graves en los baños, que actualmente no permiten el acceso cómodo de personas con movilidad reducida o mujeres embarazadas.
El consejero ha señalado que esta cifra de 5,5 millones de euros es notablemente alta si se compara con el coste del nuevo Centro de Salud Ramón y Cajal, que está en construcción en el barrio del Perpetuo Socorro. Este nuevo espacio, con una superficie de más de 4.000 metros cuadrados y un presupuesto de 7 millones de euros, ofrecerá servicios integrales que incluyen medicina familiar y comunitaria, pediatría, rehabilitación, fisioterapia y salud mental, además de espacio para futuras ampliaciones.
En este sentido, Bancalero ha subrayado que invertir 5,5 millones de euros en el Santo Grial, un edificio que no es propiedad ni del Gobierno de Aragón ni del Ayuntamiento de Huesca, sería una mala gestión de los recursos públicos.
LOS PACIENTES
Bancalero ha explicado que todos los pacientes que anteriormente se atendían en el Santo Grial ya están siendo asistidos en otros centros, principalmente en los centros de salud Pirineos y Fidel Pagés, en Los Olivos. Cuando se cerró el edificio debido a sus deficiencias, se gestionaron 260 solicitudes de traslado al centro Pirineos, de las cuales 234 cumplían con los requisitos necesarios, como dificultades de movilidad o cercanía al domicilio.
Además, ha asegurado que el nuevo Centro de Salud Ramón y Cajal, que se inaugurará en 2025, absorberá de manera eficiente las necesidades asistenciales de la población.
ALTERNATIVAS
Por su parte, la alcaldesa de Huesca, Lorena Orduna, ha planteado que la ciudad cuenta con suficiente suelo urbanizable y proyectos urbanísticos en desarrollo como para considerar la construcción de un nuevo centro sanitario en el futuro, si fuera necesario. "Huesca está creciendo, y tenemos espacio y capacidad para construir infraestructuras modernas, vanguardistas y eficientes, acorde a las necesidades de una capital de provincia," ha indicado la alcaldesa.
Orduna ha coincidido con el consejero en que invertir una cifra tan elevada en un edificio que no es propiedad del Gobierno de Aragón ni del Ayuntamiento no es una solución óptima. En su opinión, sería más razonable destinar esos fondos a proyectos de nueva construcción que garanticen una mejor eficiencia y funcionalidad a largo plazo.
Ante la pregunta de si existe posibilidad de renegociar con la Tesorería, Bancalero ha afirmado que intentarán retomar el diálogo, aunque ha reconocido que la postura de la Tesorería es firme. Ha asegurado que el Gobierno de Aragón está comprometido con buscar alternativas que prioricen los intereses de los ciudadanos y el uso responsable del dinero público.
Finalmente, tanto el consejero como la alcaldesa han reiterado su compromiso de garantizar que Huesca cuente con una infraestructura sanitaria adecuada para el crecimiento de la ciudad, priorizando siempre la calidad asistencial y la eficiencia en el uso de los recursos.