La Guardia Civil de Tráfico de Huesca estableció durante las fiestas de San Lorenzo un total de 77 controles de detección de alcohol y drogas en la conducción en diferentes puntos de los accesos y salidas de la ciudad de Huesca, en los que se realizaron 5.412 pruebas de alcoholemia, con 54 positivos y 48 de detección de drogas, con 21 positivos a falta de confirmación por laboratorio.
Estos dispositivos, establecidos en horarios aleatorios, tienen como finalidad la detección tanto de conductores bajo la influencia de alcohol y drogas como la de ser un elemento disuasorio para prevenir la ingesta de alcohol y consumo de sustancias estupefacientes por personas que van a conducir, tratando de reducir la siniestralidad vial.
En los 77 dispositivos realizados se efectuaron un total de 5.412 pruebas de alcoholemia, en las que arrojaron resultado positivo 54 conductores, de los cuales 49 fueron denunciados por infracción administrativa y 5 fueron investigados por un delito contra la seguridad vial. En estos últimos casos, se instruyeron diligencias que fueron remitidas al juzgado, donde deberán comparecer el día de la celebración del juicio rápido.
Respecto a las pruebas de detección de sustancias estupefacientes, se realizaron un total de 48 pruebas de las cuales 21 arrojaron un resultado positivo, a falta de confirmación por laboratorio, en cuyos casos los conductores fueron denunciados por infracción administrativa.
El consumo de alcohol y drogas influyen negativamente en la conducción, al disminuir la capacidad sensorial, los reflejos y la atención, lo que supone un peligro para la propia vida y la del resto de usuarios de la vía.
La conducción de vehículos a motor bajo la influencia de bebidas alcohólicas o sustancias estupefacientes están tipificas como infracción administrativa con la detracción de 4 a 6 puntos y una sanción entre 500 y 1.000 euros si no se supera la tasa de 0,60 mg/l en aire espirado. En el caso de superar esta tasa, la infracción pasa a ser penal por lo que podría llevar una pena de prisión de 3 a 6 meses, una multa económica de 6 a 12 meses y retirada del permiso de conducción de 1 a 4 años.
En todos los casos en los que la prueba de alcohol o droga realizada al conductor arroja un resultado superior a las tasas establecidas, se procede a la inmovilización del vehículo o se hace cargo del mismo una persona designada por el conductor al que igualmente se le realiza la prueba de detección de alcohol y drogas antes de hacerse cargo del mismo.