Las previsiones meteorológicas vaticinan que este miércoles se alcanzarán vientos de hasta 100 km/hora, temperaturas de 9 grados bajo cero y sensaciones térmicas de -20 grados en todo el eje pirenaico. A pesar de ello, "los guardias civiles que están hoy y durante todos estos días en las carreteras, en los pueblos, granjas ayudando a que toda esta situación sea lo más normalizada posible llevan la misma ropa que los guardias civiles de Canarias".
Esta es la denuncia que plantea la Asociación Española de Guardias Civiles, que puntualiza que, en cualquier caso, "ningún ciudadano se va a quedar sin ser atendido" ya que prima "el espíritu benemérito". Lamenta, eso sí, que la Dirección General de la Guardia Civil "no hace nada" ante las repetidas reclamaciones que la AEGC ha realizado por todos los medios posibles.
Esta Asociación ha solicitado en repetidas ocasiones y en diferentes escenarios (Comisión de Riesgos Laborales del Consejo de la Guardia Civil, Jefes de Comandancia...) prendas específicas de climatología adversa para las unidades que prestan servicio en demarcaciones que superan los 1.000 metros de altitud. "Hasta la fecha no se ha tenido en consideración nuestras quejas sin entender por qué unidades de especialistas de montaña tienen de dotación prendas adecuadas al medio y los guardias civiles destinados en seguridad ciudadana, tráfico y seprona destinados en las mismas zonas no", se preguntan.
El colectivo observa que se les proporciona un vestuario idéntico a los guardias civiles de todo el territorio nacional, trabajen en Canarias o en el Pirineo. "A nadie se le puede escapar, por pura lógica, que no se puede dotar de las mismas prendas en un lugar con temperaturas bajo cero que en otro con otoños e inviernos suaves, una lógica que parece no llega hasta es la cúpula de la Guardia Civil, a pesar de nuestras constantes reclamaciones. Por ello desde AEGC queremos volver a trasladar que los agentes que realizan servicios en una demarcación a más de 1.000 metros de altitud necesitan unas prendas adecuadas a su destino".
Señala la Asociación, que las borrascas Gérard y Fien están dejando la zona pirenaica un frío polar con viento, lluvia y nieve, hasta el punto de ser activado el estado de alerta en todo el pirineo oscense. Además, en las próximas horas se esperan fuertes rachas de viento que harán que las sensaciones térmicas en muchos lugares como Cerler, Portalet y Bielsa sean de hasta –20 grados. "Con estas temperaturas los guardias civiles seguirán auxiliando a los ciudadanos en las carreteras, pueblos, granjas sin prendas impermeables, abrigadas y sobre todo sin capuchas para dicha climatología".
"La solución que encuentran nuestros compañeros es forrarse con capas como cebollas con las prendas que se nos facilitan, en muchos casos incompatibles entre sí porque la que protege algo del frío no es impermeable y al revés, y si impide que te mojes no abriga. Además, si a todas estas capas que tenemos que ponernos, y que la administración afirma es suficiente para combatir las inclemencias meteorológicas adversas, le sumamos el chaleco antibalas y el cinturón con todos los utensilios necesarios para salir de servicio hace casi imposible movernos ni para poner unas simples cadenas", explican.
El "racaneo" en las prendas de abrigo de los guardias civiles llega hasta los mismos guantes de dotación: de un material de forro polar, que a la media hora de servicio en días de nieve o lluvia se mojan y llegan a poderse escurrir. De la misma manera la prenda de dotación para la cabeza es una gorra con visera, muy útil para los días de sol, pero totalmente inservible en estos días fríos que hacen que las orejas se les queden a la intemperie con sensaciones térmicas polares.
"Si a todas estas deficiencias o falta de material se le suma que en muchas ocasiones los servicios son en la vía pública durante 8 horas o más pues hace que los guardias civiles lleguen a sus casas en condiciones indignas para cualquier trabajador, cosa que no parece tenerse en consideración por ninguna unidad de riesgos laborales del Cuerpo. Unidad que también parece ignorar que por nuestro modelo de jornada a turnos hace que muchas noches volvamos al tajo con la ropa de la mañana sin secar".
Concluyen señalando, que los más de 1900 agentes que salieron en junio de las academias, aun habiendo denunciado la situación la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC), "siguen esperando" que se les dote de lo que la Institución considera prendas de abrigo común para manos y cuello. "Tampoco se nos informa si se entregaran en algún momento lo que supone un grave problema para estos agentes ya que por la normativa tan restrictiva que tiene la Guardia Civil les hace imposible el uso de prendas particulares ya que se podrían enfrentar a una falta disciplinaria".