Continuando las labores emprendidas el pasado año, una nueva campaña de excavaciones arqueológicas bajo la dirección de los profesores Paula Uribe, José Ángel Asensio y Lara Íñiguez, de la Universidad de Zaragoza, se está llevando a cabo en el yacimiento de El Forau de la Tuta de Artieda desde el pasado 11 de julio. Confirmada, a partir de lo excavado el pasado año, la existencia de una gran ciudad romana, datada entre los siglos I a.C y IV d.C., este año han centrado sus esfuerzos en continuar poniendo al descubierto nuevos espacios de una gran área termal de la que el pasado año se descubrió un magnífico mosaico de lo que parece haber sido su vestíbulo de entrada. Los nuevos hallazgos han resultado muy relevantes y han sacado a la luz otra nueva sala, contigua de la anterior, de grandes dimensiones (22 x 7 metros) provista de un magnífico mosaico teselado en blanco y negro, configurado con formas geométricas y en un muy buen estado de conservación. Junto con las grandes estructuras existentes en su entorno se va configurando un gran espacio hidráulico y termal que en pocos años ha de constituirse en un elemento esencial de la gran ciudad que existió en dicho emplazamiento, y cuya documentación, investigación, y puesta en valor se convierte en una tarea a la par tan atractiva como ineludible.
El pasado sábado día 30 se realizó una jornada de puertas abiertas a la zona de excavaciones que, tras una recepción a los visitantes por parte del alcalde Artieda Luis Solana, sirvió para conocer de primera mano los vestigios históricos que, en el entorno de la ermita de San Pedro o formando parte de su propia fábrica, sirvieron para alertar de que un yacimiento romano se hallaba en sus alrededores. Mediante realidad virtual se visualizó y explicó en detalle el mosaico encontrado el pasado año, que se encuentra enterrado a la espera de tener un amplio conocimiento de toda la zona termal, momento en el que todo el conjunto podrá ser musealizado y puesto en valor. También se informó, a los más de 150 asistentes que hubieron de ser organizados en dos grupos y horarios, de las hipótesis con las que se sigue trabajando, en un riguroso y paciente trabajo científico, se dieron explicaciones sobre restos de grandes estructuras que pudieron constituir piezas básicas del abastecimiento y sistema de cloacas de la ciudad y, por parte de los estudiantes que participan en los trabajos de campo, se mostró la metodología que se emplea en este tipo de excavaciones.
Gentes de la localidad y venidas de fuera, agradecieron las explicaciones y el trabajo realizado. A la par, se puso de relieve el esfuerzo que han tenido que hacer para trabajar en las duras condiciones que han llevado aparejadas las fuertes olas de calor de este verano. También se agradeció al propietario del campo, Sebastián Iguácel, su disposición para que los trabajos se pudieran realizar, máxime cuando ya nunca más podrá ser destinado a su pasado fin de cultivo y se recordó a Enrique Osset, que fue el primero en dar la voz de alerta sobre el importante patrimonio oculto que albergaba el pueblo. Una de sus hijas ha colaborado de forma voluntaria en el campo de trabajo.
El yacimiento de El Forau de la Tuta se encuentra en proceso de declaración BIC por parte de Gobierno de Aragón, que también dio el visto bueno a un Plan de Actuación para un periodo de 5 años. Son estos elementos esenciales para que el gran potencial de la oculta y todavía innominada ciudad romana que se asentó en ese espacio, salga a la luz y se convierta en elemento de desarrollo de una comarca marginada y olvidada desde la construcción del embalse de Yesa. Un auténtico motor de desarrollo de verdad sostenible y de gran potencialidad que requiere un decidido compromiso por parte del Gobierno de Aragón que es quien tiene las mayores competencias en conservación del Patrimonio.
Este año la campaña de excavaciones, con un coste de unos 20.000 €, ha sido posible gracias al enorme esfuerzo del Ayuntamiento de Artieda y a la colaboración de la DPZ y la comarca de la Jacetania. La ingente e ilusionante tarea que queda pendiente en El Forau de la Tuta requiere altas miras para su impulso definitivo y en esta jornada se quiso hacer reivindicación pública de ello. La jornada terminó con una muy elaborada degustación de tapas romanas en el albergue de Artieda, que ha servido de lugar de comida y acogida para el equipo de arqueólogos, el anuncio de las III jornadas romanas, que se celebrarán la próxima primavera, y con el agradecimiento por la colaboración del vecindario, que han puesto al servicio del equipo investigador sus colecciones particulares para ser inventariadas y dar lugar a una primera exposición el próximo otoño.