"Han ido privatizándolo todo y ahora les toca a los comedores escolares"

José Luis Cabrero, cocinero en el colegio Asunción Pañart de Aínsa, dice que el personal laboral en las cocinas de los centros demuestra que "se pueden hacer las cosas bien"

M. Manterola
28 de Septiembre de 2022
El PSOE critica que el plan de mejora de comedores escolares no destina "ni un euro" a Huesca.

El colegio Asunción Pañart de Aínsa desarrolla un proyecto de comedor escolar sostenible, con productos ecológicos y locales, que es muy valorado. Se gestiona por el centro, se lleva a cabo con personal laboral de la DGA en las cocinas y se mantiene con la misma cuota de comedor que el resto de colegios.

Al frente de la cocina del centro ainsetano está José Luis Cabrero, quien constata que este comedor escolar ecológico no se toma como referencia por la administración autonómica.

En once años que llevo trabajando en este colegio -explica-, ninguna persona de la administración -y mira que estuvieron la semana pasada en el comedor del centro el consejero de Educación, Felipe Faci, y la directora provincial de Huesca, Amparo Roig-, se ha dignado a pasar a la cocina para preguntar cómo es posible que con la misma cuota de comedor con la que pagan las familias una línea fría, en otro centro público ofrezcamos la calidad de comida que hacemos”.

“Estamos gente de la administración demostrando que se pueden hacer las cosas bien -abunda-, pero a ningún responsable le interesa saber cómo es posible para ver si se puede hacer en otros centros. ¿Qué está ocurriendo? ¿No merece la pena? ¿Molestamos?”, se pregunta Cabrero.

José Luis Cabrero, al frente del comedor escolar sostenible en el colegio Asunción Pañart de Aínsa

Uniendo esta situación a las condiciones laborales del personal laboral de cocinas de comedores escolares, que se vienen denunciando hace años y que ya se ha trasladado a la calle con una movilización ante el Pignatelli, Cabrero no alberga muchas esperanzas sobre el buen futuro de este servicio. “Tratándonos como nos tratan, parece que quieren que desaparezcamos y poner en todos los centros cocinas de línea fría", empresas de cáterin llevan a los centros menús previamente cocinados.

Recuerda que se anunció que el Gobierno de Aragón iba a ir abriendo anualmente “cocinas in situ” en los colegios, “pero no hablaba para nada de quién iba a gestionar esas “cocinas in situ”, si la empresa privada o el propio centro. ¿Esto es un servicio público o no lo es?”.

Según considera Cabrero, el Gobierno de Aragón, “en cada colegio nuevo que abra va a poner “cocina in situ” y se la va a dar a una empresa privada para que la gestione, o sea la empresa privada no tiene ni que desembolsar un duro para construir esa cocina. Lo que no va a poner es personal laboral. Igual que no pone personal laboral en los colegios cuyas familias, a través de las amypas, han tenido el valor de coger la gestión del comedor. En estos casos, a los cocineros no les paga el Gobierno de Aragón, les pagan las familias a través de la cuota de comedor”, lo que supone menos dinero para comprar materia prima, expone sobre toda esta maraña en la gestión de los comedores de colegios escolares.

Al final, “es lo mismo que pasa desde hace décadas en los hospitales, residencias… Han ido privatizándolo todo y ahora les toca a los comedores escolares”, lamenta.

Sobre el servicio, expone que “baja de calidad en las cocinas cuando se gestiona por una empresa de cáterin, y hasta el inframundo cuando esa empresa de cáterin trabaja con línea fría”.

En las cocinas con personal laboral y gestionadas por el propio centro, "los casos que conozco es que la calidad es buena, aunque no todos tenemos la misma dotación de personal, ni cocinamos igual, ni contamos con las mismas instalaciones".

"No cuestiono la empresa privada, yo he tenido una, su objetivo es obtener beneficios, pero el fin del servicio público no es tener beneficios, es prestar un servicio público de calidad. Los que trabajamos para la administración es lo que intentamos, lo que pasa es que desde los altos cargos nos lo ponen bastante difícil, y aun así, muchos lo conseguimos”, valora.

En su cocina del colegio Asunción Pañart, José Luis Cabrero elabora menús para 200 alumnos, y en ella trabajan dos cocineros que son personal laboral de la DGA a jornada completa y otras dos personas contratadas por la empresa de las monitoras de comedor que hacen 6 horas, “pagadas con el dinero de cuotas de comedor, es decir, por las familias, cuando debería corresponder al Departamento de Educación”.

En otros centros la situación de personal es distinta, una de las reivindicaciones del personal laboral de cocina de comedores escolares: no se aplican ratios, lo que supone en ocasiones muchos comensales y poco personal. Entre las peticiones del colectivo, adaptar las plantillas de los centros y contratos fijos.

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