"Pensamos en una huella dactilar" como un elemento importante y representativo. "En la Policía, dejamos nueestras huellas, la Policía busca huellas. Es el elemento que nos diferencia. Cada huella es única. Nos identifica como individuos. Es la señal más fidedigna de nuestra identidad. Somos la huella que dejamos en el devenir de nuestra vida. Huella imborrable, huella etérea". Así lo ha explicado el relator del acto de inauguración de la escultura de la ciudad de Huesca a la Policía Nacional con motivo de su Bicentenario. Son palabras de César Pueyo Tresaco, el reputado herrero (y empresario) de Bolea que ha erigido una imponente pieza en la confluencia de la avenida Pirineos y la calle Fraga.
El acto ha estado presidido por la alcaldesa de Huesca, Lorena Orduna, el subdelegado del Gobierno, José Carlos Campo, el presidente de la Diputación, Isaac Claver, y, por parte del Cuerpo, la comisaria general de Policía Científica, María del Carmen Solís, el jefe superior de Policía en Aragón, Florentino Marín, y el comisario provincial de Huesca, Luis Fernando Ascaso.
José Carlos Campo ha sostenido que la Policía Nacional ha dado ejemplo durante estos dos siglos "de adaptación a los tiempos". Nació en una España "eminentemente campesina", apenas con atisbos de Revolución Industrial. Con el avance hacia la modernidad, con ella la Policía. Ha remembrado un Real Decreto de 1877 sobre el carácer del Cuerpo y el hito de 1979 con la incorporación de la mujer.
Referente de eficacia y modernidad, ha agregado, "aquellos celadores y salvaguardas del siglo XIX se asombrarían al descubrir que hoy, además de patrullar las calles, vigiláis el espacio intangible de Internet y las redes sociales. Hoy, como ayer, aportáis tranquilidad y dais una rápida respuesta cuando alguien trata de perturbar nuestra convivencia. Sois también guardianes de nuestras fronteras; gestionáis trámites de la Administración General del Estado y los acercáis al territorio; educáis en valores a nuestros jóvenes; y, no me puedo olvidar, sois fundamentales en la lucha contra la violencia de género, siempre con comprensión y empatía con las víctimas".
De ahí todo el reconocimiento, cariño, respeto y admiración, "pero faltaba una rúbrica, una prueba tangible que dejara constancia para la Historia de la extraordinaria relación de la Policía Nacional con el Alto Aragón", que es "esta huella se abre como una ventana al pasado y al futuro de la inquebrantable unión entre Huesca y el Cuerpo Nacional de Policía".
"UN MISMO ESPÍRITU"
Carmen Solís ha asegurado que, aun con diferentes uniformes y en distintos momentos, la Policía Nacional siempre ha servido "con un mismo espíritu de servicio que arroja un saldo positivo de desafíos superados y éxitos compartidos". El orgullo por la dimensión de la Policía Nacional no deben, eso sí, desembocar en la "autocomplacencia, porque las amenazas a la seguridad siguen acechando y requieren que sigamos dándoles una respuesta eficaz".
Ha sostenido que aquella policía nacida el 13 de enero de 1824 se ha convertido en "un cuerpo líder a nivel nacional e internacional en materia de seguridad pública, un cuerpo experimentado en la lucha contra el terrorismo y todas las manifestaciones de delincuencia organizada. Un cuerpo pionero en técnicas de investigación criminal y policía científica, e innovador en el mantenimiento de la seguridad ciudadana".
"No sólo previene el delito y persigue a quienes lo cometen para ponerlos a disposición de la Justicia", sino que está también para intervenir en situaciones límite como "sucedió durante la pandemia, o con el incidente con el volcán de la pandemia, la tormenta filomena, la evacuación de personal en Afganistán y Ucrania, o el incendio que tuvo lugar hace un par de meses en Valencia". Y ha reconocido la obra de César Pueyo Tresaco puesto que ha incidido en una de las funciones principales, "la identificación".
Un día de alegría para las 55 mujeres y 213 hombres en la provincia. "El coste de nuestra misión es en ocasiones alto, pero homenajes como el que hoy recibimos nos alientan para proteger la ley ante cualquier desafío... Motivan y refuerzan nuestro compromiso con España", ha concluido la comisaria general.
El comisario provincial, Luis Fernando Ascaso, ha considerado que el simbolismo de la obra de César Pueyo "va mucho más allá de una simple obra escultórica. Esta huella que presentamos es tan única como la identidad de cada persona aquí presente, tan distintiva como la entrega y dedicación de nuestra Policía Nacional", e incluso "un punto de unión de la policía y cada uno de los ciudadanos a través de nuestras huellas".
Ha remembrado aquella creación de la Policía General del Reino en 1824, y el primer servicio de identificación dactiloscópica de España en 1911. Siguiendo con el significado de la escultura, "el primer contacto con la policía surge de la estampación de las huellas dactilares" para obtener el primer Documento Nacional de Identidad. Y, en el futuro, las huellas están en el punto de mira de los delincuentes y particularmente de los ciberdelincuentes.
El monumento es "un recordatorio de nuestra presencia constante y de nuestra responsabilidad compartida. Esta huella simboliza la unión indisoluble entre la Policía Nacional y cada ciudadano de Huesca, un pacto de integridad, respeto y cooperación mutua", ha agregado Ascaso. Un elemento, la huella, perenne, permanente y diversiforme, que implica que sociedad y policía están constituidas por "hombres y mujeres diversos entre sí, pero todos relacionados, viviendo en igualdad y respeto en una sociedad común y cambiante".
LA HUELLA PERMANENTE
Lorena Orduna ha afirmado que la huella permanente de la Policía Nacional se aprecia en una de las ciudades con mejores índices de seguridad en la que confluyen "la calidad de sus habitantes y el trabajo de la Policía Nacional". Una señal que deja como testimonio de sus acciones. "No encuentro mejor símbolo que una huella".
En el reconocimiento, el elemento como es la huella implica el contacto permanente entre los oscenses y los policías. "Han convivido mano a mano. Sociedad oscense y Policía Nacional se tienden mutuamente la mano". "Nos sentimos cercanos a la Policía. La huella dactilar es tangible, una muestra visible", próxima, cercana. Una labor esencial "para garantizar los derechos y libertades que consagra nuestra Constitución". Y una "muestra de sacrificio" hasta con "consecuencias graves". A veces, "las huellas son también cicatrices", porque "el riesgo no está ausente, incluso el mortal". Vuestro trabajo diario "hace que nuestra vida sea mejor... Sin duda, sin seguridad no hay libertad".
Isaac Claver ha afirmado que la institución ha cambiado mucho, "pero sin perder de vista el que ha sido el pilar fundamental de su trabajo: garantizar la seguridad y el bienestar de todos nosotros, de todos los ciudadanos, siempre sabiéndose adaptar a las necesidades de una sociedad que tampoco deja de cambiar. Y, como ejemplo, sirva la adaptación al incremento de los delitos informáticos".
Ha enumerado las cinco poblaciones que tienen "la suerte" de contar con su presencia: Huesca, Monzón, Fraga, Jaca y Canfranc. "Las 55 mujeres y 213 hombres de preocupan de defender la ley, de prevenir los delitos y de dar seguridad y protección a todo aquel que lo necesita, dando siempre una respuesta inmediata y eficaz". Aludiendo al eslogan de la DPH, "también vosotros sois parte imprescindible de esa magia, porque, con el resto de cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, nos habéis convertido en una de las provincias más seguras de nuestro país, y eso favorece que nuestros negocios, nuestras inversiones, nuestro turismo con los miles de visitantes, tengan el bienestar que gustan. Y que nuestra provincia tenga un desarrollo pacífico".