El Pleno Municipal de Huesca ha aprobado la propuesta del Grupo Socialista para habilitar un espacio en el cementerio municipal destinado al enterramiento de miembros de la comunidad islámica. Los ediles han emitido 23 votos a favor (PSOE, PP y Antonio Laborda) y 2 en contra (VOX), respaldando la propuesta como un paso hacia la integración y el respeto a los derechos fundamentales de todos los vecinos.
La propuesta ha sido defendida por el concejal socialista Roberto Cacho, quien ha explicado que la habilitación de este espacio se ajusta al marco de la Ley de Libertad Religiosa y cumple con la obligación del Estado de respetar el derecho de todas las personas a un enterramiento conforme a sus creencias.
El edil ha destacado que la comunidad islámica de Huesca llevaba tiempo solicitando este espacio en el cementerio, una demanda más visible todavía a raíz del fallecimiento en accidente de tráfico Nezha Hajjaji, y que la propuesta pretende garantizar la igualdad de todos los vecinos sin distinción de religión.
Por su parte, el concejal José Luis Rubió (VOX) se ha mostrado en contra, argumentando que la creación de un espacio segregado por religión en un cementerio público representaba un paso hacia lo que él ha calificado de "islamización" de España.
En su opinión, este tipo de concesiones, aunque pequeñas, son el comienzo de una imposición de normas islámicas en la sociedad española, algo que, según ha dicho, atenta contra la identidad y las tradiciones del país.
El concejal José Miguel Veintemilla (PP), sin embargo, ha expresado el apoyo de su grupo, aclarando que la propuesta se ajusta a la legalidad y que se trata de un derecho constitucional de los ciudadanos, independientemente de su credo.
No obstante, ha destacado que también es necesario tener en cuenta los aspectos logísticos, como el mantenimiento y el aumento de personal para gestionar el espacio que se crearía. Asimismo, ha rechazado las palabras de Rubió , considerándolas desproporcionadas y fuera de lugar en este contexto.
La alcaldesa Lorena Orduna , tras escuchar las intervenciones de los concejales, ha intervenido para apelar a la humildad y la reflexión sobre los orígenes de los habitantes de Huesca.
Ha recordado que es una ciudad de orígenes musulmanes, como lo demuestran las murallas del siglo IX y otras huellas históricas de esa época. Orduna ha sugerido que si los vecinos se sometieran a una prueba de ADN, muchos se sorprenderían al descubrir su herencia.
Con esta perspectiva, la propuesta fue finalmente aprobada, con la creación de un espacio destinado al enterramiento de musulmanes en el cementerio municipal, a ejecutar dentro de los planes de reforma presupuestados para 2026.