El Ayuntamiento de Huesca y el de Tarbes han renovado su hermanamiento este viernes en un acto que se ha celebrado en el consistorio de la ciudad francesa, en el que se ha vuelto a sellar 60 años después de iniciarse el compromiso de unión de ambas ciudades.
El acto se ha enmarcado en las fiestas de Tarbes, y ha consistido en la firma de un acta simbólica de renovación del hermanamiento por parte del alcalde de la localidad francesa, Gérard Trémège, y la alcaldesa de Huesca, Lorena Orduna, quien ha valorado la importancia para ambas ciudades de este acuerdo.
La delegación oscense, formada por ediles de los tres grupos políticos de la Corporación, ha firmado a continuación el texto.
En sus discursos, los dos regidores han coincidido en subrayar la importancia del proyecto europeo y la necesidad de un trabajo conjunto en pro de la libertad, la seguridad y el estado de derecho como principios de la democracia. Han tenido un recuerdo muy especial para sus antecesores Paul Boirie y Mariano Ponz Piedrafita.
Huesca ha regalado a Tarbes con este motivo una escultura del artista oscense Vicente García Plana, elaborada en estaño y madera de caoba, que lleva por título “Los árboles de la hermandad”. Ambos, uno por cada ciudad, están unidos por la misma raíz.
El texto que acompaña la escultura recoge: “Dos árboles que representan a las ciudades de Tarbes y Huesca crecen en la distancia, unidos por una raíz común, una raíz de amistad y fraternidad de la que ahora celebramos sesenta años. La Ciudad de Huesca, en el LX aniversario del Hermanamiento, ofrece esta escultura a la Ciudad de Tarbes como una promesa de un futuro compartido y fértil en su andadura, como un símbolo de su feliz relación a través de los años”.
Por su parte, el Ayuntamiento de Tarbes ha entregado una cerámica y medallas conmemorativas del 60 aniversario a la delegación oscense. Al acto también han asistido estudiantes oscenses de intercambio.