Como cada 8 de septiembre, tal y como manda la tradición, el paseíllo se romperá en Barbastro. Serafín Marín, Imanol Sánchez y André Lagravere "El Galo" lidiarán reses de la ganadería Camino Santiago en la única corrida de toros que se da en la ciudad del Vero.
El aragonés Imanol Sánchez afronta este -único- compromiso, para él muy importante, con ganas e ilusión, pues va a ser la única corrida que toree en este 2024. "Ha sido una temporada complicada y no han terminado de rodar las cosas. En Barbastro siento el cariño de la gente y tengo muchos amigos, por lo tanto me apetece torear allí", subraya.
Se cumple una década desde la primera comparecencia de Sánchez en el coso taurino barbastrense. Este 2024 será el tercer año consecutivo, y el año pasado ya pudo cortar una oreja en una corrida "bastante fuerte y complicada". De cara al domingo, "todo apunta a que tienen que embestir y todos nos lo tenemos que pasar bien".
Cree que es una corrida "muy fuerte y seria para Barbastro". Se trata de una ganadería que la han toreado "figuras y han cortado orejas", con que sobre el papel "tenemos que disfrutar". Compartirá cartel con Serafín Marín y El Galo. El primero "ha estado en todas las ferias y está viviendo en el exilio porque en su tierra, Cataluña, poco menos que vive en el ostracismo. Seguro que trae muchos aficionados catalanes a Barbastro, que es de lo que se trata", explica.
Sánchez tiene el regusto amargo de no aparecer en los carteles de la próxima Feria de El Pilar de Zaragoza. Finalmente, después de varias conversaciones con el empresario de La Misericordia, Carlos Zúñiga, no hubo un acuerdo. "Le llamé varias veces porque tengo buena relación con él por otros proyectos taurinos. Le dije que me hacía ilusión matar la corrida de Miura, pero no hubo manera de convencerlo".
Sánchez también ejerce de manera habitual como director de lidia en muchos festejos populares que se celebran por todo Aragón. "Vivimos en una tierra donde el festejo taurino popular es la base de los festejos taurinos en Aragón, y nosotros nos podemos desarrollar profesionalmente gracias a ello. El director de lidia se encarga de la seguridad de los chicos, de minimizar cualquier percance cuando lo hay o incluso adelantarnos a que exista", explica.
El zaragozano sigue viviendo "cien por cien" de su profesión, que es el toro. "Es cierto que yo me preparo mañana, tarde y noche para torear, ya toree una corrida o cinco. Este año todo apunta a que sólo torearé la de Barbastro. Es cierto que ha habido alguna oportunidad más pero no llegamos a un acuerdo, pero cuando me propusieron volver a Barbastro, por todos los amigos que tengo y por el cariño, decidí aceptar. Me hacía ilusión". Además de eso, Sánchez tiene una gestoría taurina con otro socio donde se dedica a tramitar la burocracia de cualquier festejo taurino, en Aragón y en otras comunidades.
A nivel de público, el torero deja claro "que se goza de una muy buena salud. Está acudiendo mucha gente joven a las plazas de toros y están siendo embajadores de la fiesta". Pero está la otra parte, y esa es la negativa, "porque los ayuntamientos no apoyaban en los últimos años a la fiesta por estar mal vista. Las aportaciones económicas para dar corridas de primera categoría eran mínimas. Es un espectáculo costoso de celebrar, y si para una empresa privada es inviable, se dejan de dar en plazas de tercera". Por eso pide al sector que siga trabajando en pro de la fiesta, porque existen municipios como Barbastro, Alcañiz o Ejea que "si se dejan de hacer estos festejos, luego será muy difícil que vuelvan".