El equipo del Laboratorio Paleontológico de Loarre ha protagonizado un emocionante descubrimiento tras acudir a un cortado de carretera afectado por un desprendimiento inesperado. Lo que encontraron dejó boquiabiertos a todos: un bloque de roca con un impresionante rastro de huellas fósiles de perisodáctilos de 30-40 millones de años.
Los perisodáctilos son un orden de mamíferos que incluyen animales como los caballos, rinocerontes y tapires. Las huellas halladas pertenecen a una especie ancestral con tres dedos en sus extremidades, lo que ofrece valiosa información sobre la fauna prehistórica de la región.
Gracias a la colaboración del Gobierno de Aragón y Transportes Clavería, se llevó a cabo un minucioso proceso de extracción y preparación del bloque.
Ahora, el equipo de investigadores está trabajando en el análisis y conservación del hallazgo en el laboratorio. Se espera que, tras un periodo de estudio y preparación, este impresionante testimonio del pasado pueda ser exhibido en una próxima exposición.