La sala de reuniones conde se van a celebrar las sesiones clínicas de las nuevas Urgencias del Hospital Universitario San Jorge de Huesca luce ya junto a su puerta una placa el nombre de Jesús Recreo, jefe de este servicio durante varias décadas, desde 1980 hasta el año 2016.
Estas instalaciones, que recibirán a los primeros pacientes este miércoles a las 8:00, ha acogido un sencillo y emotivo acto al que ha acudido su familia, en el que se le ha recordado como un buen médico, gran maestro y excelente persona.
Su hija Ana, que trabaja como cirujana en Pamplona, ha comentado después a los medios de comunicación, que a su padre “le habría encantado” ver el nuevo edificio, “un proyecto que ya tenía en mente antes de irse”, y sobre todo se sentiría “muy orgulloso” al comprobar “que sigue casi todo el personal que se ha formado y trabajado con él”.
Jesús Recreo fue hijo y padre de cirujanos y, aunque inició en este campo sus pasos por la Medicina, pronto se pasó a las Urgencias. Este servicio, ha asegurado su hija, “era prácticamente la mitad de su vida”.
“La urgencia y la medicina eran su pasión”, ha añadido, para agradecer también “que todo el mundo le quisiera tanto, trabajase tan a gusto con él y todas las cosas buenas que dicen de él”.
El acto ha comenzado con unas palabras de Miguel Zazo, director gerente del Sector Sanitario de Huesca y Barbastro, de recuerdo al “jefe, amigo y compañero”.
Se ha referido a él como “un gran médico” y ha destacado que tenía “un ojo clínico espectacular, fruto de sus estudios, sus conocimientos y su pasión por la Medicina”.
También le ha calificado como “un gran maestro” y ha comentado que “los residentes le tenían mucho respeto, acompañado de un gran cariño”. Para todos tenía la palabra adecuada cuando la necesitaban.
Le ha descrito, además, como un gran conversador, que opinaba con conocimiento, leía incansablemente y estudiaba todo lo que se le ponía por delante. “En aquellas largas noches de verano, cuando aflojaba la faena, tenía conversaciones deliciosas”, ha añadido.
Miguel Zazo ha observado que las instituciones perduran más que las personas que las forman, pero se mostró partidario de recordar, con actos como el celebrado este lunes, “a todos los que han aportado su grano de arena”. Al respecto, ha nombrado a Pedro Abad Martínez, el primer capellán que tuvo el Hospital, que falleció el pasado sábado.
La directora del Hospital, Cristina Cuartero, también ha intervenido para recordar a su compañero. “Formó y consolidó el equipo de Urgencias que ha permanecido junto más tiempo. Parte del equipo éramos residentes, parte de su promoción, y siempre hubo una gran unión, también con enfermería y auxiliares. Fue un mentor para todos, nos dio consejos vitales y nos ayudó mucho con la formación. Era muy buen médico, muy inteligente, muy buen conversador y tenía muy claro lo que era importante en la vida y lo que no”.
“Forma parte de esto, no es que le dediquemos nada. Empezó este proyecto y nunca salió del servicio. Él tiene su sitio aquí”, ha declarado.
Además de muchos empleados del Hospital, al acto han acudido también otras personas que tuvieron mucha relación con él y un peso importante en este centro sanitario, como Fernando Pacheu, Fernando Arguis y Alberto Calvo, entre otros.