Jorge Escario, en Catarroja: "Muchas veces el voluntarismo va contra la efectividad"

El director gerente de Sarga coordina la logística de todo el operativo aragonés y estima que hasta antes de Navidad no habrá una cierta normalidad en las condiciones de vida de los valencianos

07 de Noviembre de 2024
Jorge Escario, director gerente de Sarga, en Catarroja

Jorge Lorenzo Escario Martínez recibió el domingo del presidente, Jorge Azcón, la instrucción de acudir a Catarroja para hacerse cargo de labores de coordinación dentro del equipo que dirige la intervención de Aragón para reconstituir, paso a paso, una cierta normalidad que tardará muchas semanas, cuando no meses, en retornar. Nunca nada será como fue. Cuatro días después, en los que apenas ha dormido más de doce o catorce horas, no alberga sensación de cansancio porque "esto es lo más duro y emocional de mi vida".

El director gerente de Sarga llegó al área 5, sector 3, y se integró en el Puesto de Mando Avanzado para contribuir a la gestión de todos los recursos que ha dispuesto Aragón entre los propios, los transportistas exterios y sectores agrarios. Ahora se le ha añadido un nuevo destino, Algemesí, por petición de la Generalitat Valenciana, aunque la magnitud del encargo es inferior porque es una zona controlada por la Unidad Militar de Emergencias (UME) que verá complementada su actividad por bomberos en principio de la Diputación de Teruel, camión autobomba de Sarga y un grupo de tractores, palas y cajas con el objetivo de limpiar los espacios públicos de vehículos, lodos, muebles y otros materiales agolpados por el furor de la dana. Además, el Gobierno aragonés ha contratado a la empresa FCC para desatascar la red de alcantarillado con riesgo de que la solidificación la haga impracticable. "Es un problema importante que también gestionamos en Catarroja. Si se seca, habría que abrirlas para evitar que se sature la red".

VOLUNTARISMO VERSUS EFECTIVIDAD

"Aragón se ha convertido en un referente entre las comunidades autónomas de España en las tareas de reconstrucción y por eso nos ha llegado el encargo de Algemesí". Jorge Escario no escatima en elogios hacia la incomensurable labor de decenas de empresas aragonesas que han puesto a disposición sus medios, sus epis, sus tractores, sus palas. Y, por supuesto, "a la muchísima gente que se ha acercado con su mejor voluntad. Pero ahora mismo estamos desbordados, se acerca el fin de semana y nos tememos que va a haber un aluvión de gente".

"Ahora mismo estamos desbordados, se acerca el fin de semana y nos tememos que va a haber un aluvión de gente"

Sentencia con un principio básico en estos menesteres tras esta expresión de gratitud: "Muchas veces, el voluntarismo va contra la efectividad. Comprendo que la gente siente que tiene que hacer algo, pero, para que se entienda gráficamente, trabajamos mucho mejor de noche que de día. Mucha gente, con toda su buena intención, cruza delante de la maquinaria y tenemos que acabar cortando los accesos para no colapsar".

LA LOGÍSTICA EN UN ESCENARIO DRAMÁTICO

Más que como una carga, Jorge Escario sostiene que la vida le ha dado "una oportunidad. Tengo un sentimiento de orgullo por poder ayudar a gente que lo ha perdido todo. Es triste. La situación es dramática. La gente lo está pasando muy mal y la vuelta a la realidad va a costar muchos años. Si alguien cree que Valencia va a ser lo que era no tendría más que venir aquí y ver lo que vemos. Incluso toda España se va a ver afectada".

El papel de Jorge Escario es la coordinación de los recursos humanos y materiales de Sarga. Además, para toda la expedición aragonesa, se ocupa de la responsabilidad logística operativa. Está dirigiendo la realización de un parking de recepción de vehículos, la habilitación de comedores, la disponibilidad de equipos de protección individual, la construcción de baños o de contenedores para almacenamiento. "Que no falte de nada para las labores, que es complicado porque no hay nada".

Si algo aprecia singularmente es que la coordinación, con posibles defectos, es posible por la conjunción de un "grupo muy bien coordinado entre el 112, los parques de bomberos, las diputaciones, los ayuntamientos... Y los voluntarios con sus tractores y otras maquinarias, que están cumpliendo porque saben qué es lo realmente importante".

Están poniendo a prueba toda la empatía de la que son capaces, sin la que no se entiende su dedicación incondicional. "La población está psicológicamente mal y necesitan ayuda. Es su casa, es su calle y su pueblo los que han sido destrozados. Es muy conmovedor que no paramos de recibir abrazos y ánimos. Nos dicen: ¡Gracias por venir, no nos olvidéis!".

Les llegan las comidas de la Venta del Aire de Teruel a su lugar de operaciones. Todo está cerrado, "ayer nos sorprendimos muy gratamente al ver que estaba abriendo una frutería". Han pernoctado en Segorbe y ahora van acercándose a establecimientos hosteleros más próximos, él descansa en Silla. "Son veinte kilómetros, pero hoy me ha costado recorrerlos hora y media".

UNA GRAN TAREA POR DELANTE

El director gerente de Sarga tiene tendencia a la visión optimista de la vida, pero la contemplación del devastador paisaje atempera su visión. "Esto va para meses. Creo que quizás antes de final de año podamos verlo de otra manera. Hay que hacer limpieza de calles, de locales. Ahí están los excelentes profesionales de Sarga en esa función. La zona además es muy amplia".

El paisanaje es otra cuestión. Son conscientes de que muchos negocios no van a volver a abrir, porque el que tiene un taller o un bar o un comercio o un restaurante no se plantea ahora mismo pedir créditos e invertir una millonada. "No hay más que ver Catarroja. Esto es como un escenario de guerra con la diferencia de que aquí los edificios están en pie". Eso sí, habrá que esperar a la limpieza de todo, a rercuperar el asfaltado en las calles, a sacar los coches de los sótanos y entonces se evaluarán los daños.

Uno de los riesgos que más preocupan es el sanitario. "Hay mucha agua estancada. Muchos cadáveres de animales bajo las aguas, y carnes de mataderos o de comercios en putrefacción. Recomendamos, lógicamente, que todo el mundo beba agua envasada y se está poniendo la vacuna contra el tétanos. Huele muy fuerte".

En medio de este panorama dantesco, a Jorge Escario le preocupa no perder ni un minuto ni un recurso en el avance hacia la reconstrucción. Ha recibido una recomendación presidencial: "No vamos a gastar a lo loco, pero desgraciadamente no va a haber otro remedio. Todo lo que sea preciso para ayudar".

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