La lancha más rápida del mundo se llama Río Flumen. Se trata de una nueva patrullera interceptadora fabricada en Galicia, que se ha incorporado al Servicio Marítimo de la Guardia Civil (Semar) de la Comandancia de Algeciras (Cádiz). Su finalidad, principalmente, será la lucha contra el narcotráfico y la inmigración ilegal.
Siguiendo la tradición, las embarcaciones de la Benemérita son bautizadas con el nombre de un río español. No es la primera vez, que uno de Huesca le "presta" su hidrónimo a una nave de la Benemérita.
Aragón, Vero, Gállego y Ara ya han lucido en las proas de algunas de estas construcciones. La patrullera ligera Río Vero L-16, construida en Asturias en 2016, tuvo como destino las costas gallegas.
El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, eligió en 2020 Río Oja para una nave, como muestra de cariño a La Rioja. El Río Arlanza es el mayor buque del Cuerpo y se llama como un afluente del Pisuerga.
RÍO FLUMEN
La nave fue construida en el astillero Aister, ubicado en Moaña, y se ha presentado este jueves en el puerto de Sotogrande, hasta donde se ha desplazado en un viaje de prueba desde su base.
La embarcación tiene una eslora de 18 metros, su estructura es muy estable, se pilota con facilidad y puede alcanzar hasta 60 nudos, es decir, triplicar la velocidad punta de las naves existentes y superar la capacidad de desplazarse por mar de los narcotraficantes.
Cuenta con dos motores de 1.800 caballos cada uno, y el casco es de aluminio, cien por cien reciclable.
El precio de la embarcación es de 1,87 millones de euros. El coronel Almansa explicó que se ha encargado la construcción de tres embarcaciones más como esta. Se espera que la segunda patrullera de estas características se incorpore este verano a la provincia de Huelva.