Lascellas comienza a retomar la normalidad después de las fuertes lluvias que afectaron a diversas zonas de la provincia de Huesca el lunes por la noche y la madrugada del martes. Las precipitaciones torrenciales, como no se habían visto en años, causaron daños significativos en la localidad, perteneciente a la comarca del Somontano, al anegar bajos de casas y garajes, cerrar caminos, y provocar daños considerables en campos y huertos.
En este caso, las precipitaciones comenzaron a caer en torno a las 2:00 del martes hasta alrededor de las 8:00, ininterrumpidamente.Antonio Urraca, vecino de Barbastro pero con casa en Lascellas, describe la magnitud de los daños, con una mezcla de asombro e incredulidad. "En mis años (67) no lo había visto en mi vida", dice, mientras detalla cómo uno de los caminos principales quedó totalmente destrozado, tras arrastrar el agua la grava y dejando una estampa desoladora. Otro paso cercano también sufrió la misma suerte y, de momento, ha quedado impracticable para los vecinos.
La situación fue aún más crítica en los alrededores de la piscina del pueblo, donde la fuerza del agua arrasó huertos enteros y superó el borde de la carretera, afectando seriamente las infraestructuras de la zona. Antonio Urraca agrega que el agua no pudo ser contenida por los desagües, que enseguida quedaron obstruidos.
Añade que es un problema que afecta a muchas localidades, "la falta de mantenimiento en los cauces y caminos" hace que se agraven los efectos de fenómenos meteorológicos tan extremos. "No está limpio, como pasa en todos los municipios", comenta, señalando que esta falta de previsión ha contribuido a que el agua se encauce por sitios no previstos y aumenten así los daños.
A pesar de la devastación, Antonio mantiene la esperanza de que las autoridades tomarán medidas para restaurar la normalidad en el pueblo. "Hay caminos que no se va a poder pasar si no los arreglan", advierte, subrayando la urgencia de una intervención.