La neblina y el extraño olor que se ha percibido en distintos puntos de la provincia de Huesca son partículas sólidas en suspensión que proceden de los incendios que se registran en Canadá, como ha explicado el delegado de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Aragón, Rafael Requena.
Esta situación que comenzó a producirse en la jornada de este pasado domingo se mantiene y ha generado inquietud al llevar a pensar que se hubiera producido algún incendio.
Primero se descartó que fuera calima sahariana, como ocurre en alguna ocasión, y se ha confirmado que se trata de aerosoles o partículas sólidas en suspensión procedentes del otro lado del atlántico, generadas en los incendios en Canadá.
Han entrado por el Cantábrico y llegado al Pirineo y extendiéndose por el valle del Ebro, donde se ha podido comprobar esta neblina con algo de olor característico de un incendio.
No es la primera vez que se da esta situación en Huesca, adonde hace dos años llegaron también partículas de los graves incendios en Canadá.