Los vecinos de Loarre se volcaron desde el primer momento con los paleontólogos que llegaron a la zona tras el descubrimiento de un importante yacimiento de huevos de dinosaurios en Santa Marina, junto a la ermita donde jugaban de pequeños. Y este jueves celebraban la inauguración del Laboratorio Paleontológico en su pueblo, la primera sección que se ubica fuera del Museo de Ciencias Naturales de la Universidad de Zaragoza, que ya lleva dos meses y medio en funcionamiento con una idea muy novedosa que ha atraído a la localidad a 2.000 visitantes en este tiempo, entre ellos investigadores de 35 países, lo que muestra la importancia de la excavación en la sierra de Loarre.
La inauguración, tras completar el equipamiento de este centro, ha reunido en Loarre a representantes de todas las instituciones que han sumado para hacer realidad este proyecto. Como anfitrión, el alcalde Antonio Orós, que ha recibido en el Ayuntamiento, junto a un nutrido grupo de vecinos, al rector de la Universidad de Zaragoza, José Antonio Mayoral; la directora general de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón, Marisancho Menjón; el presidente de la Comisión de Desarrollo y Sostenibilidad de la Diputación Provincial de Huesca, Roque Vicente; y el vicepresidente de la comarca de la Hoya de Huesca, Enrique Novella.
El paleontólogo Miguel Moreno Azanza, el oscense que ha liderado las excavaciones y ha puesto en marcha el laboratorio, les ha explicado cómo surgió y se está desarrollando este proyecto, y, posteriormente, ya en el Laboratorio Paleontológico, todo lo que ofrece este centro al visitante y el trabajo que desarrolla.
Moreno Azanza ha trasladado la novedosa experiencia puesta en marcha en Loarre que supone no esperar los lentos plazos que conlleva obtener resultados en un trabajo paleontológico, sino “empezar la divulgación desde cero”, compartiendo con la localidad y los visitantes los hallazgos y el trabajo en el laboratorio.
“Este es el primer paso, nos ha costado lo nuestro y está funcionando superbién, pero nos queda mucho por hacer”, ha señalado Moreno Azanza. Ha citado, por ejemplo, convertirse en un centro que, entre paleontólogos y educadores, acoja formación universitaria o cursos de verano y también mantenga su faceta como producto turístico.
Tras la inauguración, la vecina de Loarre Lorena Laguna ha comentado que durante el verano ya se ha notado el incremento de visitantes y se muestra convencida de que “el hecho de que se haya abierto este laboratorio y este gran proyecto de investigación paleontológica va a suponer que el pueblo crezca y que cada día haya más movimiento”.
Ha destacado que el Laboratorio Paleontológico va a estar abierto también en invierno, “y para nosotros que vivimos del Castillo va a ser un complemento importante que, aparte de traer público de fuera, puede incluso suponer que alguna familia se asiente en el pueblo, gente joven que es lo interesante, para que nos apoye y nos ayude a seguir vivos”.
Según ha apuntado, “el medio rural está en estos momentos en decadencia, y el hecho de que aperturas como este laboratorio signifiquen tres o cuatro personas trabajando aquí todos los días, más aparte ese público que pueda llegar, nos da a conocer y nos da una muy buena publicidad”.
De la misma opinión es Marimar, natural de Loarre. “Fue una sorpresa. Subimos a Santa Marina a conocer in situ el descubrimiento de los huevos de dinosaurio, y en verano ya hemos visitado el laboratorio y es muy interesante”. En su opinión, “es un empujón para Loarre turística y científicamente. Creo que es poner en el mapa otra vez a Loarre”.
“Me parece muy bien -ha valorado- que la Universidad sean la primera que apuesta por hacer algo en la España vaciada, porque se nos llena la boca con la España vaciada, pero la realidad es que nadie se acuerda de nosotros”.
También vecina de Loarre, Mónica ha recordado que le pareció muy interesante la apuesta de abrir aquí el laboratorio “por darle ese ímpetu al pueblo. Es unir a todos los visitantes que ya tiene del Castillo ese grupo de gente que acuda para conocer algo también superinteresante, diferente, porque es un patrimonio al que no estamos nada acostumbrados; y que se impliquen aquí en hacerlo visible es de agradecer”.
El Ayuntamiento de Loarre se ocupa de la gestión del centro y su alcalde, Roberto Orós, ha recordado que desde el primer momento tuvieron gran interés por este proyecto, “al que valía la pena dedicar esfuerzo y apoyo”. “Como decimos aquí, hay que aprovechar la perdiz cuando pasa”, ha citado, y ha valorado que sea en el lugar del hallazgo donde se realice la investigación.
El rector de la Universidad de Zaragoza, José Antonio Mayoral, ha valorado la suma de apoyos para sacar adelante proyectos, “porque juntos somos más”, y ha mostrado el interés de la Universidad por generar riqueza en el territorio, en este caso aprovechando la ciencia y el patrimonio. En este sentido, ha trasladado su satisfacción por la decisión “de quedarse en el territorio”.
La directora general de Patrimonio de Aragón, Marisancho Menjón, se ha referido al Laboratorio Paleontológico de Loarre como “un éxito” y ha destacado que atraerá a un turista “de calidad, que va a venir a aprender” y del que pueden surgir nuevas vocaciones.
Por su parte, el presidente de la Comisión de Desarrollo y Sostenibilidad de la Diputación Provincial de Huesca, Roque Vicente, ha resaltado que cada vez son más las localidades que apuestan por conocer los recursos con los que diferenciarse para crecer y desarrollarse y que la DPH siempre respalda los proyectos interesantes en el territorio.
Finalmente, el vicepresidente de la comarca de la Hoya de Huesca, Enrique Novella, ha valorado que este proyecto “nace con una fuerza increíble”, y que “llegará lejos” a través de la implicación de todo el pueblo y del apoyo de las instituciones.