En las últimas semanas, recurrentemente, algunos vecinos de Tardienta han observado determinados fenómenos que les han extrañado. Primero fueron presumiblemente grandes drones que fueron captados por cámaras desde la azotea de la Harinera de Tardienta. Incluso se cursó una denuncia ante AESA (Agencia Estatal de Seguridad Aérea), que desestimó incoar una investigación al no haberse extendido el número de testigos.
Más recientemente, una cámara de la Torre de Control del Aeródromo de Tardienta captó unas luces extrañas nocturnas, de diferente forma y frecuencia en sus movimientos que los primeros drones que habían sido vistos por varios vecinos. Algunos medios regionales, como la propia Aragón Televisión, se hicieron eco de estas circunstancias aludiendo también a los drones de los que había informado en exclusiva EL DIARIO DE HUESCA por testimonios. Se suma a la percepción de fenómenos similares en los cielos estadounidenses objeto de atención de medios televisivos como la CNN.
Curiosamente, JJ Benítez escribió en 2016 "Sólo para tus ojos. Cuarenta y cuatro años de investigación ovni" una peripecia acaecida en Tardienta en 1910. "Ignacio Ramos contaba diez años de edad. Era vecino de Tardienta, en Huesca (España). Anochecía cuando, en compañía de su abuelo, encerró el ganado en la paridera y se dirigieron al pueblo. Y, faltando cosa de quinientos metros para alcanzar Tardienta, una "cosa" grande y roja descendió hacia ellos. Era como una bola, y silenciosa. Se colocó a diez metros sobre los testigos y empezó a describir círculos sobre las cabezas de los aterrizados individuos. Nieto y abuelo se arrojaron al suelo y allí permanecieron un rato, desconcertados. La "cosa" pudo dar treinta vueltas sobre los descompuestos testigos. Después se detuvo y ascendió a gran velocidad, perdiéndose entre las nubes.
Al llegar al pueblo, Ignacio se metió en la cama, sin cenar. Estaba pálido. El abuelo denunció el hecho a la Guardia Civil, así como al cura, pero nadie prestó atención".
El fenómeno ovni tuvo una gran repercusión en Huesca. En verano de 1977, en pleno debate sobre los objetos voladores y la posibilidad de existencia de vida fuera de la Tierra donde también había crédulos y negacionistas, hubo toda una auténtica peregrinación al pico de Pusilibro en la Sierra de Caballera, donde habían comunicado su presencia los seres de la "Hermandad de Woodk" según explicaba Nueva España, periódico en el que escribía un renombrado ufólogo, Luis García Núñez.
Ahora, los hay en Tardienta que, despejada la discusión sobre la vida extraterrestre, sostienen que las luces que se aprecian en el video que adjuntamos pueden ser de naves habitadas -o no- por personas desconocidas terrícolas o de otras vidas, pero que estrictamente son objetos voladores no identificados (ovnis). Y que desarrollan trayectorias y movimientos impropios de la aviación convencional. Cuestión de creencia o de credulidad. Al gusto.