Es la primera vez desde que se retomó hace 40 años la tradición navatera en el Cinca que no se puede realizar el descenso por falta de agua. El río baja con 5 hectómetros cúbicos cuando debería rondar los 30. “No se va a navegar, pero se puede disfrutar mucho” de este evento, han señalado este jueves miembros de la Asociación de Nabateros de Sobrarbe, que han preparado un amplio programa de actos desde el viernes al domingo, entre ellos, un encuentro con los protagonistas de esta cita imposible en otras ediciones en las que están pendientes de la navegación.
La sequía de este año está poniendo las cosas muy difíciles a los navateros de la provincia, precisamente en el año que se celebra la declaración del transporte fluvial de la madera como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, un logro que supuso años de trabajo. Aunque luego contaron con más agua de la prevista, los del Gállego necesitaron mucha pericia en el descenso, que afrontaron con embarcaciones más pequeñas, menos almadieros y naves de seguridad. La travesía fue muy complicada por la falta de caudal para los navateros de Hecho, que tuvieron que meterse en el río para desencallar las navatas y un recorrido de 30 minutos les costó cerca de dos horas. Y ahora los del Sobrarbe tienen que renunciar a realizar el tradicional recorrido de 12 kilómetros entre Laspuña y Aínsa.
La tradición en el Cinca es realizar el descenso de navatas el penúltimo domingo de mayo, aprovechando el “mayenco”. “La falta de precipitaciones y sobre todo de reservas de nieve, que hace tiempo bajaron mucho, hace que no haya agua suficiente”, ha explicado el navatero Mario Pallaruelo. “Es un río que se nutre del deshielo, pero este año no ha habido mayenco” y ahora tiene 5 hectómetros cúbicos, unos 25 menos de lo que sería habitual. Dada la situación por el cambio climático, no se descarta cambiar la fecha para próximos años.
Pallaruelo ha participado en la presentación del programa de actos, celebrada este miércoles en la sede de la Diputación Provincial de Huesca, junto con los también navateros Luis Cánovas y Óscar Encuentra, concejal de Laspuña y consejero de Turismo de la Comarca del Sobrarbe, y Maribel de Pablo, diputada provincial responsable de Cultura.
Los almadieros no acaban de creerse que no vayan a realizar este 37 descenso -la actividad solo se había suspendido en pandemia- y aún piensan que algún prodigio les permita lanzar la navata al agua, pero la realidad es que bajará en un camión hasta Aínsa, donde sustituirá a la instalada en el castillo, “que ya toca cambiarla”. El acto estará acompañado de un homenaje póstumo a José Antonio Murillo.
A pesar de las circunstancias, los integrantes de la Asociación de Nabateros de Sobrarbe se muestran muy ilusionados con el programa de actos, que se inician este viernes, 19 de mayo, a las 19 horas en Puyarruego con el cambio de verdugo y el homenaje a un vecino de esta localidad. Le seguirá una nueva propuesta que se pretende que tenga continuidad: l Festival Musical Nabatero que abre Miguel Lardiés en acústico en esta primera edición de la cita que quiere acoger a músicos nóveles de la zona, el Pirineo y la provincia.
El sábado, en la “placha” del Cinca -puente de Laspuña- se acabará de montar la navata, una actividad abierta al público, y está previsto a las 11 horas un descenso de kayak, también pendiente del caudal. Por la tarde, a las 17.30 horas se hará una visita guiada al Ecomuseo Luis Pallaruelo (reservas en el teléfono 669 235 735). La cena navatera y verbena en Laspuña cerrarán la actividad de la jornada.
El día tradicional del descenso, el domingo, a las 8 horas se realizará la tradicional ofrenda floral en el monumento a los navateros y los actos continuarán en la “placha” con la misa y almuerzo popular. “A las 11 horas, cuando se debería iniciar el descenso, vamos a tener la oportunidad única de entrar el contacto directo con el público, porque cuando se realiza el descenso no tenemos más que el visual”, ha señalado Pallaurelo. “Vamos a contar historias, anécdotas, todo lo que sabemos de navatas. No se va a navegar, pero vamos a aprender mucho y a disfrutar”, ha agregado.
Luis Cánovas ha animado a participar en un fin de semana ante el que se muestran “encantados e ilusionados”, aunque no haya descenso. Por su parte, Óscar Encuentra también se ha fijado en la nota alegre de que se celebra el reconocimiento en 2022 por la Unesco para el transporte fluvial de la madera. “No ha sido sencillo. Comenzó hace más de 10 años cuando Severino Pallaruelo con el presidente de las navatas de la Pobla lanzaron la idea de alcanzar ese reconocimiento” y ha requerido mucho trabajo de documentación y buscar la implicación de asociaciones, comarcas, DPH, Gobierno de Aragón, para seguir por otras regiones y el Gobierno de España. “Ahora estamos disfrutándolo, pero tenemos la responsabilidad de salvaguardar esta tradición”, porque cada cuatro años hay que “pasar la reválida”.
Encuentra, que ha agradecido el apoyo de los ayuntamientos, la Comarca y la DPH, también ha destacado que en 2025 se celebrará en Sobrarbe la cita anual de la Asociación Internacional de Navateros, un encuentro con repercusión nacional e internacional.
Por su parte, Maribel de Pablo ha valorado el importante “papel cultural que juegan las navatas en la provincia”, en el sentido de “recordar a nuestros antepasados, recreando el transporte de la madera, que tuvo una gran importancia económica. De ahí que la DPH esté siempre dispuesta a ayudar para que se mantenga esta tradición y otras que tenemos en la provincia”, ha señalado.