Es el cuarto ataque que sufre en Ayerbe la Giganta Filandera de los Mallos, en el sendero escultórico del paseo Fontaneta y el Ayuntamiento y los vecinos empiezan a estar muy hartos. La denuncia que se va a presentar en la Guardia Civil ya está en marcha. Se le han tirado piedras, se le ha roto una mano y ahora se ha cubierto de pnitura amarilla fosforito y se han dibujado dos esvásticas, símbolo nazi.
El sábado por la noche, la localidad oscense se encontraba celebrando en la carpa la fiesta de las peñas, con excelente ambiente y gran animación. El domingo se encontraron con este triste despertar.
El alcalde, Antonio Biescas, explica que ya se ha acudido al cuartel en otras ocasiones ante este tipo de actos vandálicos, pero es muy complicado identificar la autoría de los hechos. “El lugar es de muy fácil acceso, no hay que salir del pueblo, es discreto, oscuro, pensamos que fue el sábado por la noche”.
Ha comentado también, que la escultora Ana Béjar, autora de la obra, ya la ha reparado en otras ocasiones. “Se construyó en 2021, como parte del proyecto de arte efímero en la Fontaneta y ésta era la única pieza que se iba a quedar de manera fija, el resto estaban hechas con telas e hilos”.
El munícipe observa que otras zonas de Ayerbe también han sufrido ataques en otros momentos, como el circuito de BTT, que un día amaneció con las señales arrancadas, o la de San Miguel, donde se cogió una mesa de pic nic y se tiró al barranco. No cree, sin embargo, que sea obra de la misma persona. En la misma Fontaneta, alguna vez ha aparecido rota alguna farola. El hecho de que en la estatua se hayan pintado esvásticas, ha considerado Biescas, añade un grado de preocupación, como el hecho de que las pinturas realizadas sean vejatorias para la mujer.
El propio Ayuntamiento de Ayerbe comunicó este domingo la noticia por sus redes sociales. "Hoy alguien habrá amanecido con amarillo en sus manos tras esta acción cobarde y denigrante. Un acto vandálico que causa tristeza y pena por quien lo haya cometido, por su nulo amor al pueblo, respeto a las mujeres y a la artista Ana Béjar, respeto al sistema democrático y constitucional, y por su cobardía de no dar la cara", se leía.
Enseguida se produjo la reacción de la sociedad ayerbense. “Qué pena que tengamos un vecino con tan poco respeto por los demás y tengamos que sufrir su inutilidad el resto, ojalá algún día se le pille con las manos en la masa y se le pueda hacer pagar".
Los vecinos consideran el acto "vergonzoso" y han expresado su tristeza y rabia a través de varios comentarios.