Porque obras son amores y no buenas razones, dos comerciantes de Huesca han decidido poner al mal tiempo gélido buena cara y "bonitizar" las del Coso Alto. Eva Naval, acuñadora de tal verbo desde su Carita Bonita, y Noelia Ollés, del sustantivo más singular de Huesca, Capazo, han decidido no dejarse llevar por las molestias evidentes de las vallas, el cierre, los ruidos y la incomodidad introduciendo en las vallas mensajes inspiradores.
Las dos jóvenes se han puesto manos a la obra y han colocado cintas rosas en las vallas de la obra pública de la arteria oscense con distintos iconos y expresiones que animan a combatir las contraindicaciones de las obras. Desde el afamado "viva Huesca que es mi pueblo, San Lorenzo mi patrón" a otras más específicas como "estas obras molan mogollón", pasando por otras expresiones motivadoras como "las obras no te frenen, por un coso maravilloso, nos gusta Huesca" e incluso la reivindicativa "hay comercio detrás de las obras".
Para concitar la parte creativa de este impuesto previo a la gloria que es la obra, incluso pretenden en breve colocar, junto al pasaje en el que está ubicada Carita Bonita (el antaño reconocido como de Simeón) frente a la Plaza de la Inmaculada instalar una valla denominada "de los deseos" donde los oscenses puedan perfilar su Coso perfecto y su vida ideal.
Desde luego, la vida es del color que queramos pintarla y Eva Naval y Noelia Ollés son más de sonrisas que de lágrimas, de risas que de llantos, de divertirse que de quejarse. Como escribió Séneca, las obras se tienen por medio terminadas cuando se ha han comenzado bien, y estas cintas rosas convenientemente inspiradoras en su tonalidad y sus frases responden a aquel concepto de Chéjov de que, ante las obras de arte, sólo hay dos categorías: las que me gustan y las que no, "no entiendo otro criterio". Pues estas, definitivamente caracterizadas de rosa, molan.