La Dirección General de Patrimonio Cultural de Aragón ha suspendido por un plazo mínimo de dos meses los trabajos que se estaban llevando a cabo en Salillas dentro del proyecto de modernización de los sectores X y XI del Flumen. La zona que engloba gran parte de la superficie que ocuparía la balsa de regulación prevista es rica en restos arqueológicos.
La UTE redactora del proyecto de modernización llevó a cabo hasta hace un par de semanas los trabajos previos a la redacción en la zona de las balsas, con la oposición pacífica de vecinos y afectados que se oponen a esta obra.
Jesús Viñuales, coordinador de los afectados por el proyecto promovido por los sectores X y XI del Canal del Flumen, explica que en marzo de 2024 varios particulares solicitaron a la Dirección General de Patrimonio Cultural de Aragón dotar de la figura de protección más adecuada al denominado Conjunto Histórico de Burjamán", en el que se incluye los restos del pueblo de Burjamán (Torre del Perdón en árabe), el Molino de Burjamán con sus aledaños (Convento e Iglesia mercedaria de San Miguel), el tramo del Camino de Zaragoza en su paso sobre el Guatizalema, los Tejares, los Azudes de Huerto y el hallazgo de una vasija ceremonial romana completa, depositada actualmente en el Museo de Huesca.
“El Conjunto Histórico de Burjamán se ubica en una pequeña zona que engloba ambas orillas del Guatizalema. Aunque no goza actualmente de figura de protección ni aparece en ningún catálogo oficial es conocido por los habitantes de Salillas, así como una parte de su historia recogida en la tradición oral”, explica Viñuales.
Como relata, la solicitud de la protección de esta zona como Bien de Interés Cultural, Bien Catalogado o Bien Inventariado se llevaba pensando desde hace muchos años. Fue el hallazgo fortuito de la vasija ceremonial romana, a principios de 2021, lo que “dio un nuevo impulso a esta cuestión. Esta vasija se encontró en un talud de terreno natural que quedó al descubierto debido a la erosión. Tras consultar con personal cualificado del Museo de Huesca -comenta Viñuales-, se nos dio permiso para su extracción y transporte al museo, donde se limpió, recompuso y dató. Se trata de una vasija ceremonial romana, fragmentada pero completa, que albergaba un huevo en su interior. Está depositada desde entonces en el Museo de Huesca”.
Agrega que estos dos últimos años, en los que los habitantes de Salillas y Huerto se han opuesto frontalmente al proyecto de regadío promovido por los sectores X y XI del Flumen, “no ha hecho más que precipitar los acontecimientos”. Como explica, “no estamos dispuestos a que se nos condicione el futuro como mero "daño colateral" de un proyecto que beneficia a unos pocos. Pero tampoco estamos dispuestos a permitir que se elimine nuestro pasado”, y explica que el actual término de Salillas proviene de la fusión de tres términos medievales: Salillas, Almalech (El rey o el jefe, en árabe) y Burjamán.
“Pensamos que es importante actuar a tiempo y no pedir explicaciones o responsabilidades cuando ya no hay remedio”, añade. Como afirma, “tanto la balsa de regulación como el trazado de las tuberías afectarían de manera irreparable a este conjunto histórico, dado que la balsa eliminaría casi la totalidad de los restos del pueblo de Burjamán y las tuberías cruzan por la zona donde se halló la vasija romana”.
Viñuales relata que en las inspecciones de campo realizadas por los técnicos cualificados se han ido realizando nuevos hallazgos que hacen pensar que los orígenes de estos restos no son medievales ni árabes tal como se pensaba en un principio por su topónimo y documentación antigua, sino pueden ser anteriores. Se ha encontrado, aparte de la vasija de carácter ritual con engobe romana, la base de un ánfora pequeña (ambas piezas depositadas en el Museo de Huesca), tejas romanas, terra sigillata con dibujos estampados, mampostería de tipología romana y escorias de un horno de fundición cuya temperatura solo se consiguió con tecnología romana, en épocas pasadas.
“Estos trabajos de campo han conllevado a la decisión de estudiar del "conjunto" para la inclusión y protección como Bien de Interés Cultural si procede, en la Categoría de Conjunto de Interés Cultural, como Conjunto Histórico, al amparo de la Ley 3/1999, de 10 de marzo, del Patrimonio Cultural Aragonés, y debido a esto, y como medida de precaución y en virtud del artículo 17 de la Ley 3/1999, de 10 de marzo, la Directora General responsable de Patrimonio Cultural ha suspendido cautelarmente cualquier clase de obra o actividad en el entorno del mismo evitando así el derribo, cualquier clase de obra o actividad en curso de ejecución, a fin de decidir sobre la pertinencia de incoar expediente de declaración como Bien de Interés Cultural o como Conjunto de Interés Cultural”, explica Viñuales.
“Como venimos haciendo desde hace año y medio, defendemos que hay alternativas menos perjudiciales y tan viables y satisfactorias para los beneficiarios o más como la que pretenden ejecutar”, recuerda.
Finalmente, reitera que “actuar cuando estamos a tiempo es mucho más razonable que lamentarse y pedir responsabilidades cuando no hay remedio”, y señala “las balsas proyectadas están clasificadas por el Instituto Aragonés del Agua con categoría C, al ser la "afección a vidas humanas con riesgo incidencial". Sin embargo esta clasificación se propone basándose en un estudio de rotura de balsas incompleto, realizado por los propios redactores del proyecto. Poblaciones como Sariñena o Ballobar se verían seriamente afectadas, por lo que ese riesgo es mucho mayor de lo que se deduce del estudio y la categoría debería ser otra (A o B). Las desgracias lamentablemente ocurren, y en nuestra mano está hacer las cosas lo mejor posible para paliar sus consecuencias”.