El Grupo Popular en las Cortes de Aragón ha presentado una proposición no de ley por la que se insta al Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible a "realizar de forma urgente las mejoras necesarias en la línea de alta velocidad Huesca-Madrid, mediante la esencial mejora técnica de la infraestructura entre Huesca y Zaragoza, y la modernización de la unidad asignada a la capital oscense, que es una de las más antiguas, con unos trenes más modernos para la mejora del servicio y de la seguridad".
En la proposición, insta también al incremento de las frecuencias diarias y recuperar la frecuencia de fin de semana.
Recuerda el PP la llegada del AVE a Huesca con el ministro Álvarez Cascos en 2003, un hito para la ciudad y la provincia que contribuye al desarrollo socioeconómico en general y el turístico en particular. Afirma los avances que se han producido en la red nacional con la llegada de más competidores con Renfe y el incremento de la oferta.
Sin embargo, abunda en que "el AVE ha traído progreso, pero no todo el esperado, debido a la falta de compromiso en los últimos años del Gobierno de España hacia esta provincia. Han pasado más de veinte años desde la llegada del AVE a Huesca y, en la actualidad, viajar en el AVE Huesca-Madrid y regreso se ha convertido en una auténtica pesadilla para los usuarios, que sufren reiteradas incidencias y múltiples retrasos, además de unos tiempos de viaje ya de por sí poco competitivos en el tramo Huesca-Zaragoza".
Recuerda que ha habido veinte incidentes en 2023 y relata siete del año actual, en el que no se cuenta el último del retraso de tres horas de la pasada semana. "Además de los múltiples inconvenientes que generan estos contratiempos y las incomodidades ante los cambios de tren, especialmente para las personas mayores o quienes viajan con niños, la reiterada acumulación de demoras de una, dos o más horas provoca que muchos viajeros pierdan sus vuelos, dificulta o impide otros enlaces, y les obliga a llegar tarde a sus compromisos laborales o a consultas médicas".
Alude la proposición popular a la vejez de la unidad que presta servicio a Huesca, la más antigua de la flota de Renfe, los quebrantos y a las quejas por la falta de información y de coordinación, además de la pérdida del servicio de fin de semana con llegada el viernes a Huesca sobre las 18.30 y regreso a Madrid el domingo con salida de Huesca a las 19.35 horas, que se suprimió en pandemia y no ha vuelto, y cuya vocación era favorecer el turismo.
Concluye la proposición no de ley que "es evidente la necesidad de llevar a cabo con urgencia las mejoras necesarias en la línea de alta velocidad Huesca-Madrid, mediante la esencial mejora técnica de la infraestructura entre Huesca y Zaragoza; la modernización de la unidad asignada a la capital oscense, una de las más antiguas, con unos trenes más modernos, para la mejora del servicio y la seguridad; el incremento de las frecuencias diarias y la recuperación de la frecuencia de fin de semana, para dar servicio a la provincia de Huesca apostando por el desarrollo socioeconómico de la misma".