Que Renfe haya endurecido las normas para devolver el dinero por las demoras del AVE desde el 1 de julio no representa ninguna garantía de nada, y es que la primera ya fue en la frente, ya que el Madrid-Huesca se ha demorado en el primer día del nuevo compromiso de puntualidad en 92 minutos, esto es, dos de holgura respecto al umbral de la hora y media que determina que habrá de ser reembolsado el cien por ciento del billete.
La nueva laxitud en la política de atención al cliente de la operadora ferroviaria, que es controvertida por lo que significa de ampliación del margen de impuntualidad en el servicio, no impide que los convoyes de la alta velocidad con Huesca tengan sus limitaciones fruto de una obsolescencia bastante evidente. La tarde del lunes, el AVE salió a las 19:05 horas y a los tres o cuatro kilómetros se averió, por lo que hubo de volver a Atocha y cambiar de tren. Lo que un pasajero oscense definía muy gráficamente: "Un cachondeo".
Los viajeros tienen ahora 24 horas para reclamar la devolución íntegra del importe del viaje, algo que varios de ellos ya han ratificado. Y es que tal cúmulo de incidencias sin solución alguna demuestra una cierta falta de respeto que no se compadece con compromiso alguno.