Ramiro Navarro: "Con el Palacio de Justicia también vino la modernización del sistema judicial"

El decano del Colegio de Procuradores de Huesca recuerda que la concentración de sedes judiciales supuso un cambio radical al que contribuyeron los profesionales de este ámbito

Periodista
11 de Septiembre de 2024
Ramiro Navarro recuerda los 10 años del Palacio de Justicia de Huesca

Ramiro Navarro Zapater, decano del Colegio de Procuradores de Huesca desde hace 15 años, vivió el gran cambio que supuso la construcción y traslado de todos los órganos judiciales al Palacio de Justicia. “Con ese paso vino también la modernización del sistema judicial”, señala al recordar aquel hito del que se cumple diez años.

Navarro Zapater también es actualmente el presidente del Consejo de Procuradores de Aragón y vicepresidente del Consejo General de Procuradores de España, por lo que un oscense está al frente y cogobernando una de las profesiones más antiguas del ámbito judicial a nivel autonómico y nacional. "Representar a la profesión es un honor y un orgullo. El contribuir a dirigir una actividad jurídica supone una gran responsabilidad, porque de las decisiones que se tomen la profesión seguirá un camino u otro”, comparte.

Recuerda que desde el primer momento los Colegios de Abogados y Procuradores de Huesca se involucraron en que el proyecto de creación del Palacio de Justicia se llevara a buen puerto. “Fuimos participes y colaboramos estrechamente con la directora general de Justicia de aquel momento, y sabemos que nuestras aportaciones tuvieron también su fruto”, señala.

El decano del Colegio de Procuradores de Huesca califica el cambio como “radical”, al tiempo que, como cualquier reorganización, “controvertido”, al pasar de una situación tradicional a “una concepción de la organización de la justicia bastante diferente”. Como apunta, “los que ya teníamos experiencia institucional veíamos que este proyecto de un nuevo edificio iba a aportar más beneficios, no solo a los ciudadanos, sino también a todos los profesionales y funcionarios que trabajamos en la administración de justicia”.

Huesca contaba con tres edificios dispersos donde se encontraban los Juzgados y Tribunales, lo que suponía, recuerda, “un peregrinaje para los ciudadanos y los profesionales para asistir a los diversos actos judiciales. Además, los puestos de trabajo eran bastante reducidos y sin gran funcionalidad para atender adecuadamente a quienes solicitaban el auxilio judicial”, recuerda.

El nuevo Palacio de Justicia supuso la concentración en un edificio de toda la organización judicial de Huesca. “Tenemos a la Audiencia Provincial, Fiscalía, Juzgados de lo Penal, de lo Social, de lo Contencioso, de Menores, a los cinco juzgados mixtos de instancia e instrucción, al Registro Civil, a los médicos forenses, a los Colegios de Procuradores y Abogados”, detalla Navarro Zapater. Así, el “poder realizar todos los trámites judiciales en un mismo sitio supone eficacia, comodidad y ofrecer un mejor servicio”.

Para los que trabajan diariamente en los Juzgados supuso “pasar de unas oficinas pequeñas, llenas de expedientes de papel, a un lugar más moderno. El espacio de trabajo es diferente, acorde con los tiempos modernos para intentar ofrecer un servicio de calidad”.

Con el nuevo Palacio de Justicia vino "la modernización del sistema judicial, la digitalización del expediente judicial”, destaca Ramiro Navarro. En un primer momento, se incorporó en los Juzgados el sistema procesal Lexnet, dependiente del Ministerio de Justicia, pero se comprobó que tenía “bastantes deficiencias a nivel organizativo y operativo”, señala. Así que, “con gran acierto por parte del Gobierno de Aragón, se tomó la decisión de cambiar a otro sistema procesal más moderno y práctico que tenían implantado en los Juzgados de Navarra, el Avantius, para que los órganos judiciales pudieran trabajar mejor e interconectados”, explica.

No esconde que el cambio supuso mucho trabajo de adaptación para los profesionales y funcionarios, “pero al final ha valido la pena. Supuso un gran avance en aquel momento”. Tampoco oculta que “como cualquier sistema de trabajo es mejorable”. Como indica, “la Dirección General de Justicia, en todas las etapas, ha ido mejorando, pero el día a día nos dice que hay ciertas cosas que hay que tener más en cuenta, porque no se pueden suspender juicios porque no funciona la cámara de videograbaciones”, cita.

Ramiro Navarro destaca la importante labor de los procuradores.

PROFESIÓN

Ramiro Navarro apunta que los procuradores son “los desconocidos dentro del ámbito judicial”, debido no a que su labor sea oculta, sino, considera, “porque no nos damos a conocer especialmente”. Sin embargo, su labor es tremendamente importante como profesional al servicio del ciudadano, su representante dentro del ámbito judicial, como resume. “Es el profesional que representa al ciudadano que va a pleitear, a reclamar el divorcio, la separación o guarda y custodia, una reclamación de cantidad, un desahucio… -pone como ejemplos-. Tiene los mismos conocimientos jurídicos que un abogado, pero que está especializado en la praxis procesal, es un técnico procesal”, explica.

El mundo jurídico y judicial es complejo y para los problemas de un ciudadano pueden existir diferentes soluciones y tramites procesales dentro de los órganos judiciales. “Los procuradores somos expertos en manejarnos en este mundillo -abunda Navarro Zapater-, sabemos presentar los escritos adecuadamente, recibimos las notificaciones de los ciudadanos a los que representamos, pero sobre todo somos pacientes colaborades con la Administración de Justicia".

Por esta “pieza fundamental del engranaje de la administración de justicia” pasan “millones de notificaciones que van dirigidas a los ciudadanos”, y aplica todas las garantías legales para que “todos tengan las mismas oportunidades y no existan ciudadanos de primero o de segunda. El procurador agiliza los procedimientos donde interviene, para que las reclamaciones de los ciudadanos sean bien atendidas”, indica el decano.

“Si los ciudadanos supieran todos los problemas que tiene que resolver diariamente el Colegio de Procuradores, para que sus asuntos sigan el trámite correcto y que sus pretensiones, del tipo que sean, vean un resultado razonable, se darían cuenta el trabajo desinteresado que está haciendo este colectivo, y sobre todo en materia de Justicia Gratuita, donde las retribuciones recibidas están desfasadas y no actualizadas”, apostilla.

El decano del Colegio de Procuradores de Huesca durante la entrevista.

REIVINDICACIONES

Las reivindicaciones del colectivo incluyen “poder trabajar en condiciones adecuadas” y que las retribuciones sean “acordes con el trabajo realizado”.

En materia de Justicia Gratuita, “Aragón debe adaptarse a las nuevas circunstancias sociales y retribuir adecuadamente a los profesionales y a los Colegios de Procuradores y Abogados por su trabajo”, indica Ramiro Navarro. Debido a que existe un número reducido de procuradores en la provincia están obligados en materia de Justicia Gratuita, que abona el Gobierno de Aragón. “Desde hace un montón de tiempo -señala-, estamos reivindicando que se adapten esos baremos, porque un procedimiento se paga a 30 euros y puede durar dos años, cuando solo la salida de cualquier profesional de su taller son 50”.

El decano del Colegio de Procuradores de Huesca también reclama como un beneficio para toda la sociedad que se actúe ante unos órganos judiciales que se están quedando “pequeños y obsoletos, que necesitan un cambio”. Así, plantea la necesidad urgente de crear un nuevo Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción en Monzón (el numero 3) y en Huesca (el numero 6), así como un segundo Juzgado de lo Social en Huesca, y crear una nueva sección en la Audiencia Provincial. “Todo ello dotándolo de los recursos humanos necesarios”, remarca.

Advierte de que, si no se actúa llevando adelante estas mejoras, “dentro de 3 o 4 años nos veremos colapsados. Porque ningún funcionario, ningún juez, ningún secretario judicial, letrado de la administración de Justicia querrá estar en ese juzgado donde hay un exceso de trabajo”. La consecuencia será que “verán los ciudadanos que los retrasos en resolver sus pretensiones tardan 5 o 6 años, creando mayor conflictividad y una inseguridad jurídica”.

Navarro Zapater también lanza una sugerencia a la Dirección General de Justicia del Gobierno de Aragón respecto a los recursos humanos de los juzgados. Pide que “no tarden tanto en designar o en cubrir las vacantes o sustituciones de funcionarios. No podemos estar un mes o dos sin una mesa con todos los expedientes que lleva una persona que esté de baja, ha cesado o cualquier otra circunstancia. Que nombren rápidamente a una persona para que cubra ese puesto y que esté bien formada o reciba formación inicial para que pueda adaptarse enseguida en su puesto de trabajo”.

Asimismo, transmite a la Dirección General de Justicia alguna sugerencia sobre el sistema procesal Avantius. “Sé que han trabajado mucho, se han esmerado y se lo agradecemos, sobre todo los profesionales, porque han contado con nosotros. Pero hay que tener en cuenta que los problemas del día a día también hay que solucionarlos. No solo es avanzar, sino que hay momentos para parar y ver qué es lo que no funciona”, considera.

Ramiro Navarro comparte que no es fácil compaginar la vida familiar con los cargos institucionales que ocupa, donde se encuentran problemas diariamente que se deben resolver “lo mejor posible y dentro de nuestras capacidades”, señala. Se define como “un procurador de pueblo”, que se inició en el partido judicial de Fraga, y quienes le conocen saben de su amabilidad y disposición al trabajo para el Colegio y para los órganos judiciales. “Siempre intento abordar los problemas, porque si no se dialoga y no se intentan solucionar, se enquistan y de ahí no salimos. Esa es mi actitud”, concluye.

Etiquetas: