Tres viviendas de Peñalba han sido asaltadas y saqueadas con una de ellas ocupada por un matrimonio de pensionistas. El triple delito se cometió el día de Reyes. Dos estaban vacías, pero en la tercera los ocupantes no se percataron de la acción de los ladrones, que lograron colarse hasta la planta superior mientras ellos se encontraban en la baja. La preparación del crimen se constata en el hecho de que tan sólo robaron oro y dinero en efectivo, para después huir por el balcón. La hija y el marido de los residentes vieron, de hecho, descolgarse a los ejecutores del latrocinio.
El estado de las estancias constata que las revolvieron hasta encontrar su botín. En el pueblo también se han producido otras sustracciones, como las de baterías de maquinaria agrícola y también de diverso material en casas de riego.